Brasil: se acabó la samba
De la mano de una crisis política interna que tiene a la Presidenta Dilma Rousseff con niveles de aprobación de un dígito, la que hasta hace poco era considerada una de las economías emergentes con mayor proyección, hoy enfrenta uno de los escenarios más complejos de las últimas décadas. El Fondo Monetario Internacional prevé una contracción de 1,5% de la economía brasileña para el 2015, pero analistas del sistema financiero piensan que la contracción podría alcanzar el 2,44% para este año.
En materia de inflación, las noticias tampoco son alentadoras. La variación del índice de precios aumentó de 8,9% en junio a 9,6% en julio, la mayor tasa desde noviembre de 2003. Consistente con esta tendencia, las proyecciones del mercado sugieren una inflación de 9,1% el 2015, lejos del objetivo del Banco Central brasileño de 4,5% con un margen de dos puntos porcentuales.
Así, cualquiera sea la cifra, es bastante claro que el escenario sería el peor desde la recesión del 2009, cuando la variación del producto llegó a -0,2%.
Aumento del riesgo
A las malas expectativas de crecimiento e inflación se sumó esta semana otra negativa noticia. La agencia de clasificación de riesgo Standard y Poor's (SyP) rebajó la nota crediticia de Brasil desde "BBB-" a "BB+", lo que significó un duro golpe para el gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff.
La decisión de SyP se justifica plenamente. Brasil no ha sabido salir de una severa crisis política, caracterizada por graves problemas de corrupción; ni tampoco lidiar con los ajustes necesarios para hacer frente al menor precio de sus commodities . A ello se suma además la errática posición del gobierno respecto de la meta de balance fiscal. Este escenario sin duda ha incrementado los riesgos en el marco institucional de Brasil, intensificando así la incertidumbre.
Impacto vía comercio
Por cierto, la recesión de la economía brasileña afecta a toda la región, ya que se trata de uno de los principales mercados para los productos de exportación de la zona.
En este contexto, los países que se verán más perjudicados por la menor demanda de productos externos por parte de Brasil son Argentina, Uruguay y Paraguay. Los tres destacan por sus altos grados de integración comercial con esa nación. De ellos, Argentina es el más comprometido, ya que durante los últimos años cerca del 20% de sus exportaciones han sido dirigidas hacia su vecino del norte.
Para Chile, a pesar de que Brasil es el quinto país en cuanto a destino de...
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