Mi bitácora covid - 19 de Junio de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 869277296

Mi bitácora covid

Siento que la UTI es un barco . La luz que se cuela por las persianas, los colores blanco, azul, verde. El ruido constante de pitidos y alarmas. Un agua que fluye, el sonido del viento del ventilador mecánico. Vamos todos en un barco, pasajeros y tripulantes, navegando no sé a dónde por un mar embravecido.Yo que respeté el horario del toque de queda, que contaba la gente en los aforos, la distancia de dos metros y retaba al que usaba mal la mascarilla. Que no salgo de Santiago hace más de un año y medio. Que no he saludado de beso a mi madre en todo ese tiempo. Estoy internado con neumonía por covid-19 y me pegó fuerte.Todo fue mala suerte. Un problema gástrico me impidió ponerme la vacuna cuando le tocó a los de 40 y comencé a tomar remedios que me bajaron las defensas. Al final, me contagié en una sala de espera para un control médico. Ahí debe haber sido. Ese mismo día me puse la primera dosis de Sinovac. Muy tarde.Los primeros síntomas fueron un lunes, dormí pésimo, con tiritones y fiebre. Y comenzó la tos seca. En los días siguientes sentí que estaba agotado. Lavar una simple olla me dejaba botado como si hubiera subido una montaña. Me faltaba el aire. La noche del jueves obtuve el resultado positivo del PCR.Decidí irme a una residencia sanitaria. El viernes llamé temprano y me dijeron que me llevarían a un hotel en Las Condes. Empaqué mi notebook y pensé que serían buenos días de tranquilidad para poder terminar el guion al que me he dedicado sin mucha concentración los últimos meses. Pero al subir a la van -un furgón escolar reconvertido en transporte para residencias- fue la decepción. Me midieron la saturación de oxígeno y marcaba 93%. El límite permitido por las residencias es 95%. Me dijeron que me fuera a un centro de salud y que pasarían a buscarme al día siguiente ya estabilizado. No era cierto. Al poco rato me llaman de la Seremi y me informan que ya no podrán recibirme en residencias.Tras largo rato intentando conseguir una ambulancia -el fono 131 tenía enorme espera y se cortaba en cuanto contestaban-, al final mi mamá me llevó en su auto al Cesfam de La Reina. Ella está con sus dos vacunas al día y nos fuimos con las ventanas abiertas. Allí me dieron oxígeno y nebulizador un par de horas. Pero el médico dijo que tenía que irme a un hospital. Comenzaron los llamados y esa noche estaban todas las urgencias colapsadas. La clínica Cordillera, la UC, la Indisa, la Alemana... ahí lloré un poco.17 horas en El SalvadorEl Cesfam dispuso una ambulancia para el hospital El Salvador donde podían recibirme...

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