En bicicleta por dentro del VALLE DE LIMARÍ
Así partimos desde Central Los Molles, pueblo casi deshabitado, 80 kilómetros al oriente de Ovalle, en lo alto de la comuna de Monte Patria (el nombre se debe a la central hidroeléctrica Los Molles). De ahí salimos a las 7 de la mañana de un viernes, con clima amigable, sol y brisa suaves (esta hora es la mejor para evitar el calor y alcanzar a llegar a bañarse a un río), y bajamos unos 30 kilómetros por un camino fácil (a veces pavimentado) hasta la silenciosa localidad de Juntas, donde se toma un camino de tierra en dirección al sur (Ruta D-597).
A partir de este punto son otros 20 kilómetros hasta la parada final del día, Carén, pueblo que se alcanza por una ruta plana, entre montañas y árboles altos -arrayanes, maitenes, molles-, que no alcanzan a atenuar el peso del sol que hacia mediodía vuelve agotadora la marcha. Además de agua, es imprescindible llevar frutos secos u otros snacks energéticos (ver recuadro). Si lo olvida, eso puede ser una buena excusa para ir parando en pueblos del camino, como El Coipo y Zemita, para abastecerse en sus quioscos, a precios todavía libres de la influencia del turismo. Pero, además, estas localidades tienen antiguas iglesias, rústicas y coloridas, que recuerdan el pasado colonial.
El lugar adecuado para instalarse en ese primer día es un parque que parece una pradera, rodeado de antiguos sauces, grandes arrayanes, pasto verde y con un río como telón de fondo. No es muy torrentoso y resulta agradable para el baño. Es el parque ecológico La Gallardina, donde hay camping y hospedaje: tiene siete hectáreas con senderos ocultos que vale la pena recorrer con calma. Ahí uno puede instalar la carpa a pocos metros del agua y pasar la tarde. Hacia la noche, la brisa fresca se hace sentir, pero nada que un polar no pueda soportar.
Al día siguiente, por un camino con curvas y subidas -son solo 20 kilómetros, pero resultan más agotadores que el tramo del día anterior- nos dirigimos hacia Tulahuén, el pueblo cordillerano de casas de adobe y piedra, donde se encuentran minas de lapislázuli, pero que tiene una cierta fama porque es el sitio donde vivió refugiado en sus últimos años y finalmente murió el destacado fotógrafo Sergio Larraín, que es el único chileno que ha llegado a integrar la famosa agencia Magnum.
En Tulahuén ahora se pueden ver talleres de artesanía en lapislázuli y se encuentran buenos quesos de cabra, además de charqui, y hay una vieja heladería donde puede probar sabores que alguna vez parecieron...
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