En bici por la Rambla, el símbolo de Montevideo
Estas letras de hormigón, de dos metros y pintadas de color blanco -al más puro estilo de las fotografiadísimas de Ámsterdam-, se lucen en la Rambla, la avenida más famosa de la capital uruguaya y el paseo preferido de sus habitantes. Una vía de 30 kilómetros que bordea la costa montevideana del río de la Plata, de un extremo de la ciudad al otro.
La Rambla es como el malecón de La Habana o la Avenida Atlántica de Río de Janeiro. Su nombre viene de la palabra árabe ramla, que significa arenal, y la RAE la define como una avenida que bordea la costa de un lago, río o mar. Más que ser una importante arteria vehicular, se trata de un paseo peatonal y parte fundamental de la identidad montevideana. Es Monumento Histórico y desde 2010 la han postulado a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
"Acá, si te perdés, tenés que buscar la Rambla, así te orientás", había dicho ayer el conductor del transfer que nos traía del aeropuerto. El viaje hasta el hotel había transcurrido paralelo a la Rambla desde sus inicios en Carrasco, y el paisaje había sido cambiante, alternando el verde de parques con edificios históricos y modernos.
La Rambla va tomando diferentes nombres en cada tramo. El letrero con la palabra Montevideo está en el tramo en que se llama "Rambla República del Perú", frente al recientemente inaugurado hotel Hyatt Centric, en el sector de Pocitos. Desde la "v" se ve cómo este sinuoso paseo da la vuelta por el puerto de Buceo, hacia un lado, y por la playa de Pocitos, hacia el otro.
Hoy, este es el punto de partida para recorrer los 10 kilómetros que hay desde aquí hasta la Ciudad Vieja. Y para eso, nada mejor que hacerlo en bicicleta.
Son las 11 de la mañana de un sábado y en la Rambla ya hay bastante gente. Es invierno y eso se siente: corre un frío viento. Comenzamos el pedaleo por los pastelones y atravesamos las rayas blancas y rojas que se van alternando. De inmediato agradecemos que, salvo un par de leves cuestas más adelante, no haya pendientes. Algo que no sorprende: el punto geográfico más alto de la ciudad, el cerro de Montevideo, tiene solo 135 metros.
La primera parada es en la turística playa de Pocitos. El "mar", como llaman los uruguayos al río de la Plata, luce tranquilo y oscuro, y algunas personas caminan por la arena blanca. Sentados en el borde de la Rambla, un grupo de amigos disfruta de un mate.
"Estamos muy acostumbrados a venir. Nosotros somos del interior de Uruguay, de Mercedes, donde también hay rambla. Lo...
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