Con una bici al hombro hasta el volcán San José - 5 de Abril de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 842620374

Con una bici al hombro hasta el volcán San José

Una cosa es que te digan que el volcán San José es heladísimo, ventoso, duro. Que el terreno desde el Campamento 1 hasta el Campamento Alto, a 4.800 metros sobre el nivel del mar, es "horrible", y que bajarlo en bicicleta puede ser aún peor. Pero otra cosa es estar allí, en el cerro mismo, con ráfagas de 80 kilómetros por hora, llevando una bicicleta de 15 kilos al hombro y sabiendo que todavía queda un larguísimo calvario por delante."Casi no hay huella para subir el San José, porque son puras piedras sueltas grandes. Entonces en un momento tuvimos que devolvernos, pues una pasada con hielo glaciar entre piedras sueltas, más aún llevando una bici al hombro, era imposible. Así que cruzamos por una pequeña quebrada haciendo contorsiones entre penitentes de hielo, rocas gigantes y pasadas laberínticas, y finalmente llegamos al acarreo (terreno muy pedregoso) final para acceder al Campamento Alto. Uno de los peores acarreos en mis 30 años de montaña".Rodrigo Echeverría, 51 años, montañista chileno con amplia experiencia (ha ido tres veces al Himalaya y el año pasado subió y bajó el monte Kilimanjaro en bicicleta), director de Makalu Consultores, cuenta los detalles de su más reciente aventura sin bajarle nunca el perfil al cerro que acaba de subir, por más conocido o cercano que parezca. Una montaña que "cierra" el Cajón del Maipo por el sur, en el límite con Argentina, y que con sus 5.860 metros de altura, condiciones climáticas extremas y un terreno pedregoso y prácticamente sin huellas, es un auténtico desafío para cualquier andinista que se precie de tal. Y más aún para quienes, como él y el italiano Claudio Lucchese -su compañero en esta aventura, el mismo que en 2018 subió el volcán Ojos del Salado pedaleando desde el nivel del mar-, son aficionados al Bigmountain bike, una disciplina cada vez más en boga, que consiste en ascender grandes cumbres para luego bajarlas en bicicleta (y ahí disfrutar, porque antes hay que cargar una cruz con ruedas hasta bien arriba)."Cada uno subió por donde pudo", cuenta Echeverría sobre el San José. "El terreno era tan suelto que subías un paso y bajabas dos. Uno esperaría que en un cerro tan visitado como este hubiera una huella clara y marcada, pero no era así. Después de más de una hora de sufrimiento pudimos superar ese acarreo".Pero llegar al Campamento Alto, después de cinco días de ascenso, era solamente un paso. Todavía les quedaban nueve horas de subida hasta el cráter del San José, lo que...

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