La batalla de Yumbel
Ruby Figueroa , enfermera matrona, delgada, pelo corto, madre de tres hijos, una de ellos, Renata, con discapacidad intelectual, estaba dolida y molesta el 28 de septiembre. Ese día, al igual que los docentes y los apoderados del Liceo Diego Portales, supo por el director del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) que el colegio al que asistía Renata, al igual que otras tres escuelas municipales, entraría en un receso temporal, a causa de un importante déficit presupuestario en educación.-Fue un balde de agua fría, nadie nos había avisado -dice sentada en el comedor de su casa.Ese día, convencida de que tenía que hacer algo al respecto, pensó en Renata, de 18 años, y en lo mucho que había avanzado en los cuatro años que llevaba en el Liceo Diego Portales. Ruby llegó a Yumbel desde Villa Alemana con su familia por razones laborales: fue contratada como enfermera gestora de calidad en el Cesfam de la comuna. Buscó un colegio donde matricular a su hija y, cuenta, los recorrió todos hasta dar con alguno que reuniera las características para ella. Dice que en tres la rechazaron.-En uno fue derechamente discriminada porque, por su condición, aunque tenía 14 años, iba desfasada del currículum y tenía que entrar a cuarto básico. Me dijeron que no, porque era muy grande y podía asustar a los demás niños -dice revolviendo un café.Fue entonces que alguien le habló de este liceo que recibe a todo tipo de niños, regulares y con necesidades especiales. Y donde, dice, fue acogida de inmediato y recibió el apoyo de todos los profesionales con los que cuenta el establecimiento, entre ellos el fonoaudiólogo que ha trabajado mucho con Renata su tartamudez.-Yo he visto en ella un crecimiento personal notorio que le permitió relacionarse con sus compañeros y profesores. Dejó de sentirse diferente al resto -dice Ruby.En 2021 Renata hizo su primer año de la llamada Opción 4, un taller laboral de Banquetería y Pastelería que imparte el liceo para jóvenes con necesidades especiales, donde le enseñaron a preparar pan, pie de limón, kutchen, torta de bizcoho y galletas.-Aprendió a hacer recetas que yo me he demorado años en aprender. Ahora cuando una amiga está de cumpleaños, ella prepara la torta. Si hasta me ha dicho que quiere instalar una cafetería. Entonces, no me puedo imaginar todo lo que podría lograr si el colegio continúa -dice Ruby.Por eso, pocas horas después de conocer que la municipalidad pensaba cerrar el colegio, Ruby escribió una carta, a título personal, dirigida al alcalde y los concejales donde contaba su historia y argumentaba que se pretendía cerrar el único establecimiento de la comuna con esas características de inclusión."Este liceo para mi hija y para muchos en condiciones similares es la única oportunidad que tienen para seguir desarrollando habilidades y herramientas para enfrentar una adultez que les permita ser incluidos en la sociedad, siendo un aporte para ella", señala en la carta.-Nunca tuve una respuesta -asegura Ruby y golpea la mesa con los dedos.Un mes después, Ruby fue...
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