Bastardos blancos - 10 de Marzo de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 771277517

Bastardos blancos

En el estadio Santiago Bernabéu y a finales de los años 70 del siglo pasado, entraban 125.000 almas.Éramos 125.000 y alguno de Everton de Viña del Mar, para que no haya confusión alguna.La mayoría de pie y eso explica la multitud. Y como había un pasillo circular por dentro y por la mitad de las tribunas, se podía avanzar y mirar de donde el espectador quisiera, desde atrás del área o frente a la cancha.Y también beber, pero controlada y modestamente, porque lo primero era mirar el partido y luego, quizás y si el tiempo acompaña, una copita de Anís del Mono por aquí, y acaso, si las pesetas permanecen, otra de brandy por allá. No hay que alarmarse ni hacer cuentos, porque era en vasitos plásticos justos y menudos.Los espectadores que no fumaban puro le hacían al tabaco negro y los que no eran de puros ni de Ducados, se quedaban con el tabaco rubio.¿Fumaban todos? Se diría que sí.¿Tomaban todos? Se diría que también.Exclusivamente dentro del estadio y más bien dentro del Bernabéu y por el Real Madrid: ¿Qué tiempos eran esos, y cómo los calificaría? Como los mejores. No hay que ser mentiroso.Sin embargo, al comenzar cada uno de los partidos, el enojo era iracundo y total, por una razón absurda y sencilla: iban 0 a 0.Eso era intolerable para un equipo que cumplió 117 años el pasado 6 de marzo y que está en un calvario sin fondo, como penitentes y con sambenito por el cuello, marchando y flagelándose, porque aún quedan campeonatos, pero el Real Madrid ya no va a ninguna...

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