El barrio alto del vino chileno - 29 de Abril de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 902632306

El barrio alto del vino chileno

PUENTE ALTO ES -y perdonen la redundancia- uno de los barrios más altos del vino chileno. Y eso no solo se debe a que se encuentra a los pies de la cordillera de los Andes, por sobre los 600 metros de altura (lo que es alto para los estándares del Valle del Maipo), sino que especialmente por la alta calidad y carácter que los vinos tienen en la zona, en especial el cabernet sauvignon, un clásico que rivaliza en historia y en personalidad con el otro "barrio alto" de los tintos chilenos, la zona de Macul.La historia de Puente Alto, nos cuenta Isabel Guilisasti, vicepresidenta de vinos finos e imagen corporativa de Concha y Toro -una de las viñas más activas en la zona-, comienza hacia fines del siglo XIX, más o menos por el 1880, cuando don Manuel Antonio Tocornal, un destacado político de la época, comenzó a plantar cepas francesas en su fundo a los pies de los Andes, un viñedo que bautizó como Tocornal.Ese viñedo puede considerarse seminal en la historia de la viticultura de Puente Alto, ya que desde allí nacen grandes vinos como el mítico Fond de Cave (un ícono chileno de comienzos del siglo pasado), pero también desde 1972 los primeros Marqués de Casa Concha, de Concha y Toro, y más tarde Don Melchor, Almaviva y Viñedo Chadwick, que es parte de Grupo Errázuriz. A ellos se suman dos vecinos recién llegados: Silencio, de Cono Sur, y Heritage, el nuevo vino de la ahora línea Marqués de Casa Concha, todos de Puente Alto.Pero vamos por partes. En 1942, el fundo Tocornal pasó a manos de la familia Chadwick, actuales propietarios de Errázuriz. Alfonso Chadwick expande las hectáreas de viñedos llegando hasta las cuatrocientas y con un fuerte acento en el cabernet sauvignon. En 1968, Chadwick vende gran parte de esos viñedos a Concha y Toro, pero se queda con una parte en donde, desde 1999, produce Viñedo Chadwick, que es uno de los grandes cabernet sauvignon del Nuevo Mundo. Concha y Toro, mientras tanto, también le ha sacado provecho a este paño de viñedos. Desde allí, en 1987, nace el primer Don Melchor, y también el primer Almaviva de 1996, el joint venture entre Concha y Toro y el afamado Château Mouton Rothschild, de Burdeos.En la presentación del nuevo Heritage está Marcelo Papa, su enólogo responsable, pero también Enrique Tirado quien, desde 1997, tiene la responsabilidad de hacer Don Melchor. Entre los dos explican las virtudes de esta zona, bañada por las brisas andinas que bajan por las tardes desde la cordillera, y ubicada en la...

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