En las entrañas del Barcelona - 23 de Julio de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 304771378

En las entrañas del Barcelona

Al comienzo, o al final, hay un joven con una guitarra de palo intentando atraer turistas con una improbable versión flamenca de una canción de Eurythmics.

Sweet dreams are made of this, canta.

Los sueños dulces están hechos de esto.

Esta tarde de sábado, centenares de musulmanes, japoneses, argentinos y franceses caminan calle arriba, o calle abajo, hacia el estadio. No hay partido. Cuando el recinto no lo utiliza el primer equipo, el Camp Nou es un museo, de hecho, el más visitado de una ciudad que tiene colecciones completas de Picasso, Miró y Dalí.

En la fila para el tour, que incluye un recorrido por el borde de la cancha y algunas atracciones virtuales como escuchar por audífonos cómo suena el estadio cuando está lleno, dos españoles leen un diario deportivo.

La nota que abre la página cuatro es un compendio del último mes: trascendidos en Chile indican algo que a su vez había deslizado la prensa catalana el día anterior, quienes estuvieron llamando por teléfono a periodistas chilenos que se informan por sitios web españoles.

Alexis Sánchez sale en primer plano, en doble página, con los dedos tapándose los oídos; se le alcanzan a ver los granos en la cara. Arriba, en el título, la segunda improbabilidad de la tarde; una improbabilidad lingüística mayor.

Alexis diciendo:

-Dejadme ir.

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×

Ochenta y tres pasos tiene el tramo final del túnel de Camp Nou que lleva a los jugadores del Barça del camarín a la cancha cada fin de semana. Incluso así, sin público, y en pleno proceso de replantación de pasto, la escena impacta: es una mole de tres bandejas que se viene encima y que, mirándola desde abajo, recorta y encuadra sustancialmente el cielo. Justo al frente de la salida hay una leyenda pintada en las butacas, que sería imposible ver con la gente repletando el estadio:

Més que un club.

La frase se le adjudica a un presidente del equipo que, en un discurso de 1968, intentó resumir los alcances que el Barça tenía en toda Cataluña, superando lo estrictamente deportivo.

-Funcionó de maravillas, porque, como todos los buenos lemas, es muy amplio, muy ambiguo: cada cuál ve ahí lo que le parece: una veta política, una social o, incluso, una filosofía de juego -dice Carles Santacana, doctor en Historia de la Universidad de Barcelona, quien ha pasado décadas reconstruyendo el pasado del equipo. "Pero lo cierto -continúa- es que mucho antes de ese discurso, ya se había incubado el concepto".

Tras el fin de la Guerra Civil española, Francisco Franco, autoinstalado en el poder, prohibió el uso público del catalán. El Barça, en eso, era una pieza clave. Se castellanizó el nombre al club, se le varió su bandera y un dirigente del Español -el otro equipo de la ciudad, identificado con el régimen- pasó a ser parte de la mesa directiva del equipo.

Manel Vich era entonces un niño. Hoy es un anciano que cruza el living de su departamento con terraza estilo Gaudí en busca de los cigarros.

-Fumo como carretero y me acuesto a la hora que se me da la gana. Tengo 74, ya no me pueden quitar esas cosas. !Qué me voy a cuidar si no soy la Caballé¡

A los 17, mientras asistía a un partido del Barcelona, alguien a cargo le dijo:

-Hey chico, necesitamos un speaker de manera fija para que dé las alineaciones de los equipos.

Era 1957.

Sin experiencia previa, aceptó el trabajo: ser la voz del Barça. Ya lleva 54 años en eso; 1.600 partidos. Se ha perdido sólo tres. Conoció a Pep Guardiola y a Sandro Rosell, el entrenador y el actual presidente del club, cuando tenían diez años y eran pasapelotas. Ha hecho amistades con las grandes estrellas: a Ronaldihno solía subirle el ánimo en su peor momento. Ambos hablaban a diario sobre sus familias y todavía lo hacen. Una tarde, en un hecho inédito, el brasileño le dedicó un gol, utilizando la bandera del corner como micrófono.

Vich hace su trabajo gratis, por pasión, pero no le gusta que la gente lo sepa. Su saludo a los aficionados es una institución en sí misma. Nunca rueda la pelota sin que se escuche antes:

-Bona nit a tothom i benvinguts al estadi. (Buenas noches a todos y bienvenidos al estadio).

En sus comienzos, por Franco, lo tuvo que hacer en castellano.

-Fue un período muy difícil, de mucha represión, pero yo me las...

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