El Ballet de Santiago une a dos gigantes: Mozart y Béjart
"La danza debe tener cuidado de no ser sobrepasada por el deporte. La danza es un arte, una expresión de tu interioridad, pero al mismo tiempo debe tener la fuerza física, la técnica y la pureza de línea", señaló este coreógrafo en una entrevista concedida al diario "El Mercurio", en 1997.
Según el crítico Juan Antonio Muñoz, el bailarín argentino Jorge Donn, inspirador de muchos de sus trabajos, muerto en 1992, explicaba así su sello: "Él consiguió renovar la danza y reunir todas las técnicas en función de una misma expresión artística. Tomó lo mejor del ballet clásico y lo mejor del ballet moderno para crear algo completamente nuevo. Algo que sólo se puede definir usando su nombre: Maurice Béjart".
A lo largo de su carrera, su espíritu rebelde lo llevó a alejarse de los clásicos "tutús" e incursionar en una variada paleta de pasos y sonidos, incorporando a sus creaciones la música de Xenakis, Pierre Boulez, Ravel, Mozart o Queen. Su verdadero reconocimiento internacional comenzó en 1959 con la legendaria puesta en escena en Bruselas de "La consagración de la primavera" de Igor Stravinsky. En 1960, Maurice Huismann lo contrató como director artístico del Théatre de la Monnaie de Bruselas y le encargó la fundación del Ballet du XXe Siècle. Con esa compañía, desarrolló su "teatro total", en el que el lenguaje oral, la música, la danza y la dirección se unen en una sola obra. En 1987, el artista abandonó Bruselas, se trasladó a Suiza y fundó el Béjart Ballet Lausanne.
"Él fue el más clásico de todos los coreógrafos. Tuvo un respeto muy grande por el ballet clásico, pero todos sus movimientos, la combinación de pasos que creó y el componente teatral, lo convirtieron en un artista muy único", explica a Artes y Letras Marcia Haydée, directora del Ballet de Santiago.
Como parte de la conmemoración de los 10 años del fallecimiento del coreógrafo francés, la compañía que dirige acaba de reponer "Bolero" y desde el 2 al 7 de septiembre protagonizará -en uno de los imperdibles de la temporada 2017- un estreno sudamericano de este creador nacido en Marsella: "La Flauta Mágica", basada en la ópera homónima de Mozart.
Ceremonial iniciático
Estrenada originalmente en 1981, en Bruselas y para el Ballet du XXe Siècle, en una entrevista concedida al diario español El País, Béjart comentó -a propósito de la premiere mundial de este montaje- que "La Flauta Mágica" no había sido objeto de "una representación ideal. Es una obra con personajes que pueden ser...
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