Azul profundo - 12 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 519347958

Azul profundo

"Estoy muy feliz de que Fabien haya hecho esto para atraer la atención del mundo sobre la importancia del océano", afirma ella, mientras mira, desde el piso 21 de su hotel en Santiago, la cordillera de los Andes nevada y saca fotos con su iPhone.

Pero la verdad es que ella se acerca mucho más a los logros del abuelo de Fabien Cousteau. Además de ser una férrea defensora de la preservación de la vida marítima, es pionera en su campo. Fue la primera en liderar un equipo femenino de buceadoras a fines de los 60 -una base a 15 metros de profundidad en las costas de las Islas Vírgenes-, pese a las burlas de la sociedad machista de la época que, en vez de hablar de ellas como las acuanautas, les decían las "acuababes" (acuasexies), "acuabelles" (acuabellas) y hasta "acuanaughtys" (acuatraviesas). "No nos importó cómo nos llamaran, siempre y cuando nos dejaran hacerlo. Lo hicimos y la pasamos muy bien viviendo bajo el agua por dos semanas, día y noche. Y lo he vuelto a repetir más de 20 veces en mi vida", cuenta Sylvia.

La más reciente fue en 2012, en Florida, cuando estuvo por dos semanas sumergida en medio del océano. Y la próxima será a fines de este mes, en Palau, al sureste de Filipinas.

No es la primera vez que ha estado en Chile. Buceó, en los 60, en Isla de Pascua. También lo ha hecho en Juan Fernández, en la isla San Félix y en las costas de Concepción. La semana pasada vino nuevamente al país para lanzar el documental Mission Blue, que se exhibirá por Netflix desde el 15 de agosto. Le tomó más de cuatro años realizarlo y con él busca crear conciencia sobre la contaminación en el océano, la sobrexplotación de los recursos marinos, los derrames de petróleo y el cambio climático.

"Quiero atraer la atención del mundo de que la exploración del océano es importante. Solo el 5 por ciento ha sido visto, menos aún explorado o mapeado con el mismo detalle con que lo hemos hecho con la Tierra. Incluso con la Luna, Marte y Júpiter. Se ha invertido mucho dinero para ir al espacio exterior, pero hemos abandonado los océanos, y eso nos significa un costo diario", sostiene.

La vida en las profundidades

Sylvia Earle nació el 30 de agosto de 1935 en Gibbstown, un pueblo en Nueva Jersey. Su familia se mudó a Florida cuando ella tenía 12 años y se instaló en una ciudad junto al mar. "Mi patio trasero era el golfo de México y fue ahí cuando me enamoré del océano", recuerda.

Pronto se puso a estudiar y clasificar las plantas que crecían en el golfo. Aún...

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