Avanza ley de Maduro que prohíbe las ideas "neoliberales" y que podría acabar con la oposición
| Fecha de publicación | 05 Abril 2024 |
Con la campaña a las presidenciales venezolanas ya lanzada y en medio de una estrategia de presión contra los opositores marcada por arrestos y trabas para inscribir candidaturas, el chavismo busca aprobar una polémica ley "contra el fascismo" que, dice, busca evitar casos de violencia política, pero que políticos, académicos y diversas ONG ven como una amenaza de muerte contra la oposición.
El gobierno presentó el martes a la Asamblea Nacional -controlada por el chavismo- el proyecto de la Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares, que busca imponer severas sanciones a personas u organizaciones que los promuevan. La vicepresidenta, Delcy Rodríguez, entregó el documento junto con plantear que es una norma "en atención de lo que han sido los últimos 25 años en Venezuela, donde se han manifestado expresiones y acciones" de un carácter "fascista". Ese es un calificativo que el Presidente Nicolás Maduro suele usar para referirse a sus críticos y adversarios políticos.
Como ejemplo de acto fascista, la funcionaria recordó las protestas antigubernamentales que hubo en 2014 y 2017 con víctimas mortales y heridos, de las que responsabilizó a "sectores extremistas" que buscaron un "genocidio económico y social" en Venezuela. Lo cierto es que la represión policial ocurrida durante esas manifestaciones le ganó al gobierno de Maduro múltiples críticas de organismos internacionales y una investigación por posibles crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional.
"Convivencia pacífica"
En sus 30 artículos, la ley plantea que su objetivo es "establecer los medios y mecanismos para preservar la convivencia pacífica", y "proteger a la sociedad venezolana del surgimiento de cualquier expresión de orden fascista, neofascista o de similar naturaleza".
La norma define el fascismo como una "postura ideológica o expresión basada en motivos de superioridad racial, de origen étnico, social o nacional", pero deja la palabra final de qué entra o no en esa categoría a quien la aplique. En ese sentido, el proyecto establece la creación de una Alta Comisión contra el Fascismo, que tiene como fin "recomendar políticas, planes y acciones" contra el surgimiento de "cualquier expresión de orden fascista", así como elaborar dictámenes sobre la materia. La conformación de esta dependerá directamente del Ejecutivo.
El proyecto también dice que "son rasgos comunes a esta postura (fascista) el racismo, el chovinismo, el clasismo, el conservadurismo moral, el...
El gobierno presentó el martes a la Asamblea Nacional -controlada por el chavismo- el proyecto de la Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares, que busca imponer severas sanciones a personas u organizaciones que los promuevan. La vicepresidenta, Delcy Rodríguez, entregó el documento junto con plantear que es una norma "en atención de lo que han sido los últimos 25 años en Venezuela, donde se han manifestado expresiones y acciones" de un carácter "fascista". Ese es un calificativo que el Presidente Nicolás Maduro suele usar para referirse a sus críticos y adversarios políticos.
Como ejemplo de acto fascista, la funcionaria recordó las protestas antigubernamentales que hubo en 2014 y 2017 con víctimas mortales y heridos, de las que responsabilizó a "sectores extremistas" que buscaron un "genocidio económico y social" en Venezuela. Lo cierto es que la represión policial ocurrida durante esas manifestaciones le ganó al gobierno de Maduro múltiples críticas de organismos internacionales y una investigación por posibles crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional.
"Convivencia pacífica"
En sus 30 artículos, la ley plantea que su objetivo es "establecer los medios y mecanismos para preservar la convivencia pacífica", y "proteger a la sociedad venezolana del surgimiento de cualquier expresión de orden fascista, neofascista o de similar naturaleza".
La norma define el fascismo como una "postura ideológica o expresión basada en motivos de superioridad racial, de origen étnico, social o nacional", pero deja la palabra final de qué entra o no en esa categoría a quien la aplique. En ese sentido, el proyecto establece la creación de una Alta Comisión contra el Fascismo, que tiene como fin "recomendar políticas, planes y acciones" contra el surgimiento de "cualquier expresión de orden fascista", así como elaborar dictámenes sobre la materia. La conformación de esta dependerá directamente del Ejecutivo.
El proyecto también dice que "son rasgos comunes a esta postura (fascista) el racismo, el chovinismo, el clasismo, el conservadurismo moral, el...
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