Auge y caída de un ídolo incorregible - 9 de Octubre de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 876688993

Auge y caída de un ídolo incorregible

La noche del viernes 30 de septiembre de 2016, Julio César Rodríguez y Francisca García-Huidobro bombardeaban con preguntas a Nicolás Villamil, quien sentado en el set de Primer Plano , con su pelo largo y camisa negra desabotonada trataba de explicarles lo que había sucedido hacía una semana, cuando dos mujeres lo acusaron en el programa En su Propia Trampa de Canal 13 de adeudarles más de un año de arriendos en departamentos en Santiago.El exarquero, al que diez años antes Diego Maradona acusó de estafarlo en una visita a Chile, ahora era denunciado por Emilio Sutherland, quien con una cámara oculta logró que el argentino dijera que estaba dedicado a la exportación de cobre, que facturaba "millones de palos verdes", que vivía en una isla de Miami y que Jennifer López lo invitó a una fiesta a su mansión cuando coincidieron en una peluquería."JC" y "Fran" le exigían aclaraciones, hasta que de pronto ella miró su celular, abrió los ojos y le preguntó:"Nicolás Villamil, ¿es verdad que tienes una prótesis, un implante de pene, de 23 centímetros?".Villamil nació en Mendoza en 1964 y llegó a Santiago en 1987. Proveniente de Gimnasia y Esgrima de la Plata, la Universidad de Chile fichó a este joven argentino de buenos reflejos, alto, pelo rubio, a quien le gustaba usar camisetas coloridas de estilo europeo.Aunque jugó gran parte de ese torneo por los azules, su facha no le sirvió para afianzarse en el equipo capitalino y al año siguiente fue contratado por Deportes Concepción. Luis Morales, entonces dirigente del club penquista, recuerda que le llamó la atención de inmediato su personalidad.-Yo lo vi putear a medio mundo -dice el empresario-. Pero conmigo siempre fue muy respetuoso.Sus atajadas y actitud le granjearon el afecto de la hinchada lila. Era a quien más aplaudían en la cancha y a quien iban a ver en la semana a la tienda deportiva que instaló en el centro de la ciudad, donde pasaba horas tomándose fotos y firmando autógrafos a los fanáticos.Para los penquistas, Villamil fue fundamental en el equipo que clasificó a la Copa Libertadores en 1991. En esa ruta protagonizó una jugada que se metería para siempre en el imaginario del fútbol chileno: jugando contra Unión Española le atajó un penal de espalda a su pateador, el seleccionado nacional Richard Zambrano.-Lo hizo como protesta, porque creía que el árbitro se había equivocado -cuenta uno de sus amigos, Ángel Espinoza-. Él dice que sabía que no le iban a hacer el gol, porque le vio la...

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