Atravesar turbulencias durante un vuelo es más frecuente debido al calentamiento global - 23 de Junio de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 935800690

Atravesar turbulencias durante un vuelo es más frecuente debido al calentamiento global

Para quienes viajan en avión es una experiencia que desearían evitar, pero todo indica que experimentar turbulencias durante el vuelo será un fenómeno cada vez más recurrente. Al menos así ha ocurrido en las últimas cuatro décadas, según un análisis que evidencia que los cielos hoy son más agitados en varias regiones del mundo a causa del cambio climático.Esto se debe sobre todo al aumento de las llamadas turbulencias de aire claro, que suelen ser indetectables a la vista del piloto y difíciles de predecir previo o durante un vuelo."En la altitud a la que vuelan los aviones, el cambio climático afecta los vientos de la corriente en chorro, un flujo de aire que fluye de oeste a este, que los aviones suelen aprovechar para reducir el tiempo de viaje y el consumo de combustible", explica a "El Mercurio" Mark Prosser, académico del Departamento de Meteorología de la U. de Reading (Inglaterra), a cargo del estudio.El aire más cálido asociado a las emisiones de CO {-2} , agrega, está aumentando la "cizalladura del viento" -un cambio brusco en su dirección y velocidad-, lo que fortalece las turbulencias en cielo despejado.Un ejemplo se observa en una de las rutas de vuelo más transitadas del mundo, ubicada sobre el Atlántico Norte: en los puntos estudiados, la duración anual de turbulencias severas aumentó 55%, pasando de 17,7 horas en 1979 a 27,4 horas en 2020. En tanto, el incremento de las turbulencias moderadas alcanzó el 37% (de 70 a 96,1 horas) y las ligeras aumentaron un 17% (de 466,5 a 546,8 horas)."Encontramos que las latitudes medias (30º-60º norte y 30º-60º sur) han visto un aumento en las turbulencias de aire claro, y que el cambio del hemisferio norte es más fuerte que en el sur, posiblemente relacionado con el calentamiento más rápido del Ártico que el de la Antártida", precisa Prosser.Raúl Cordero, climatólogo y a cargo del Grupo de Investigación Antártica de la Usach, explica este punto: "En el hemisferio norte, el rápido calentamiento del Ártico debilita la corriente de chorro, mientras que el enfriamiento de la estratosfera polar (también resultado del calentamiento global) la fortalece". Estos flujos contrapuestos favorecen las turbulencias.En cambio, en el hemisferio sur, "el calentamiento de la Antártica es más lento, por lo tanto, los efectos en la circulación...

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