'Atacando todo el día a los ministros, en lugar de atacar a la derecha, estamos creándonos problemas'
-¿Piensa aprovechar su estadía para ir a ver un partido?
-No lo tengo programado.
El agente chileno ante La Haya -por la demanda boliviana- acaba de concluir la redacción de la contrademanda chilena por el caso (ver recuadro). Pero no es el único tema que quiere abordar, porque quien fuera ministro del Interior durante cinco años, es también muy cercano al ex titular de esa cartera Jorge Burgos y a su sucesor, Mario Fernández. Con ambos interactuó en el gobierno de Ricardo Lagos y, en un plano más privado, comparte la amistad del grupo München, que los reúne a cenar todos los jueves, desde hace 23 años.
-Usted se comunicó con Jorge Burgos antes y después de su renuncia. ¿Qué fue lo que le transmitió?
-Hablé una semanas atrás con Jorge y después de la renuncia le envié una nota y él me la contestó. Pero nada más que una nota personal de amigos, sin hablar de temas políticos.
-¿Cómo evalúa su gestión?
-Muy bien. Se concentró en los temas en que un ministro del Interior tiene que concentrarse: conducción del comité político y temas de seguridad pública. Y en temas de seguridad pública, obtuvo un éxito importante con la agenda corta antidelincuencia, y espero que no se siga cuestionando esa ley y quede como un legado y una muestra del trabajo que Jorge realizó. En cuanto a la gestión política, ha sido un año muy complejo y es difícil evaluar lo que una persona pueda hacer lleno de problemas muy serios de lo que se denomina fuego amigo. O sea, mucha gente de nuestra coalición que objeta permanentemente. Eso no se le puede achacar a Burgos, sino más bien decir que ha sido víctima de eso.
-¿Cuánto daña el fuego amigo?
-Muchísimo. Uno espera de la oposición que dispare. Pero cuando la situación llega a un punto en que todo lo que hacen los ministros es objetado, cuando dirigentes de partidos de gobierno ante un cambio de un ministro del Interior aparecen diciendo que no basta eso, que hay que sacar a otro, eso dificulta mucho la gestión de gobierno. Nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. El desprestigio de la política alcanza tanto a los que dicen esas cosas como a los otros. La pena es que no se den cuenta de eso.
-Se ha señalado que Burgos tenía un rol poco significativo y que era insostenible su permanencia.
-El tenía un rol muy significativo, se lo puedo asegurar. Yo sé cómo pasan las cosas y la opinión que Burgos daba era una opinión importante y mucho más escuchada. Lo que pasa es que él no salía a vanagloriarse de eso, como algunos...
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