'Lo que más me asusta es el silencio de la autoridad' - 28 de Marzo de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 863117717

'Lo que más me asusta es el silencio de la autoridad'

Llevaba varias noches durmiendo a sobresaltos. Ya se habían tomado tres campos vecinos y Carolina García García solo esperaba el momento en que le tocaría a ella.Ese fin de semana recibió a un grupo de amigos que se marcharon al atardecer. Su hija Micaela (33) había ido a pasar el fin de semana a Melipeuco, donde sus abuelos, que le imploraron que se quedara. Entonces ella llamó al "Nany", que estaba con su señora, y le pidió que pasaran la noche en el campo para que no quedara sola la mamá.Cuando anocheció, el matrimonio se fue a la casita de alojados, a unos 80 metros de distancia de la casa patronal del fundo Miraflores, que heredó Carolina García de su madre, quien la recibió de su abuela, doña Ceferina Micaela González, que en sus tiempos hizo resplandecer esa casona de tres pisos en lo escarpado de una zona rocosa que permitía divisar la enorme construcción desde la carretera.Casona que se convirtió en el refugio de Carolina García desde su separación, hace cuatro años.Esa noche del domingo 21 de febrero comenzó a dar vueltas por la cocina, por el living, cambió el agua de los floreros, vio la cuna con las sábanas bordadas que le tenían preparada a su primer nieto recién nacido, que llegaría con el Benja (su hijo, de 29 años) y su mujer al día siguiente, y subió a acostarse.Cuando apagó la luz, se dio vueltas en la cama y tiene la sensación de que durmió de a ratos. A eso de las seis y cuarto de la mañana se levantó, miró por la ventana, ya iluminaba el día y no había pasado nada. Decidió no bajar a encender la cocina a leña y volvió a meterse en la cama. Recién ahí se quedó profundamente dormida. Media hora después despertó rodeada de encapuchados en su habitación.Así se libró de terminar carbonizada en su camaLa imagen de su casa ardiendo el lunes 22 de febrero fue publicada hasta en Europa, como señal del conflicto en la macrozona sur. Carolina se mantuvo en silencio.Luego de semanas de insistencia y al cumplirse un mes del episodio, la agricultora accedió a hablar con "El Mercurio". Pero puso una condición: que fuéramos a la zona a entrevistarla "para que vean lo que realmente está pasando aquí".Carolina García (59) está viviendo en un pequeño departamento en el centro de Temuco, con su hija. Se ha negado a tomar medicamentos. Dice que quiere vivir este duelo con plena conciencia. El duelo de experimentar lo que pudo haber sido su propia muerte y el perder la historia de sus raíces en ese incendio. Después -dice- pensará en cómo rearmar su vida y alguna vez volver a pintar y a tocar guitarra, como solía hacerlo.Cuenta qué sucedió ese mañana:-Estaba durmiendo bien tapada y siento !tacatacatacatá¡, las puertas y los balazos. Abro los ojos y veo a unos hombres todos de negro, como de las FARC, paño negro, guantes, bototos, frente a mi cama. Siete. Y uno me manda el revólver aquí (indica su cabeza) y me quita el celular. Se pone a los pies de la cama, mientras los otros daban vuelta la cómoda y rompían cosas. Me dijo...

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