Lo que reveló el avión en Asia - 22 de Abril de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 506986262

Lo que reveló el avión en Asia

Desde que se confirmó su desaparición se inició un rastreo que llegó a involucrar a 26 naciones. Una tarea titánica, considerando los miles de kilómetros cuadrados de mar que revisar. El uso de alta tecnología y la necesidad de compartir la información recabada colocaron a los países asiáticos en posición complicada. Radares, satélites, aviones y submarinos de última generación son herramientas también destinadas a la vigilancia y al espionaje. Y los diferentes actores regionales se vieron en la necesidad, a regañadientes, de transparentar su existencia.

Como la mayoría de los 239 pasajeros a bordo del Boeing 777-200 eran chinos, Beijing fue de los primeros -además de Malasia- en disponer sus recursos tecnológicos para iniciar la búsqueda. Comenzó reubicando diez de sus satélites en órbita, pero luego llegó a destinar veintiuno. No fueron pocos los que se sorprendieron al comprobar que China contaba con tal número vigilando esa región.

India, el creciente rival de Beijing, también se sumó a los esfuerzos, pero fue muy parco al compartir la información de sus radares orientados hacia la bahía de Bengala. Unos lo interpretaron como el reconocimiento de que India no tiene tan vigilada esa región, a diferencia de su frontera con Pakistán, o que realmente la capacidad de sus radares es menos eficaz de lo pensado.

Beijing tampoco ahondó en la información obtenida. Según algunos analistas, fue una manera de ocultar el verdadero poder de su tecnología, pero también sus límites. De hecho, expertos estadounidenses han dicho que las fotos satelitales difundidas por China fueron alteradas para encubrir su real capacidad.

Malasia demoró una semana en informar que sus radares habían detectado el avión hacia el este, lejos del mar del Sur de China: una aparente prueba de su interés por no revelar la ubicación y capacidad de sus equipos. O que sus operadores habían desestimado, erróneamente, su presencia en las pantallas. A su vez, Tailandia esperó diez días para informar a Malasia que sus radares habían seguido al avión hacia el estrecho de Malaca antes de desaparecer.

Estos episodios demuestran la compleja situación que vive Asia, una región en la que no existe ninguna alianza u organismo capaz de coordinar los recursos de los diferentes países. A diferencia, por ejemplo, de la OTAN o del programa Five Eyes -cuyos orígenes se remontan a la Segunda Guerra Mundial-, que permite que los servicios de inteligencia de EE.UU., Gran Bretaña, Canadá, Australia y...

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