Así está la Esmeralda en el fondo de la bahía de Iquique
MAYO 17 de 1975, Iquique y en la mar, a bordo del A.T.F. Sargento Aldea, fijo por un sistema de tres anclas, sobre el casco náufrago de la gloriosa corbeta del Capitán Arturo Prat.
Iquique despierta bajo la débil luz solar que se filtra en la nubosidad que corona los cerros altos del anfiteatro de la rada. El barco y la boya faro, lejana a doscientos metros, cabecean a compás con el oleaje oceánico que llega del noroeste.
En el Aldea ha comenzado ya la actividad. Apoyado en la borda, el grupo de buceo del primer turno de filmación submarina observa preocupado las críticas condiciones de corriente y las turbias aguas oscuras. Cada uno memoriza las instrucciones, estudiadas y discutidas largamente por todo el equipo la noche anterior, en la Cámara de Oficiales del barco.
El grupo se reúne cerca de la toldilla.
II
"LEONARDO, tú guiarás la iluminación y harás la documentación fotográfica del trabajo..."; "Teniente Minoletti, Ud. Deberá pasar permanentemente delante de la cámara y hacerlo muy lentamente..."; "Teniente Landeta, Ud. hará de actor principal en la segunda cubierta en donde mostrará los objetos de mayor interés, le insisto en la lentitud de movimientos y actuar siempre en zona de óptima iluminación"...
"Todos deberán procurar no levantar el sedimento con sus aletas"; "Los buzos Castillo y González manejarán la carroza de luces en inclinación de 45°, sin irse encima de la cámara filmadora"; "Pato, Ud. será hoy 'aclaratiras' y manejará la entrega y cobro ordenado del cable de alimentación eléctrica de las luces". "Su trabajo es quizás el más importante de todos...".
El grupo de buceadores se desgrana en la amplia cubierta, comienza a equipararse para la inmersión; la tarea se hace con rapidez y concentradamente.
III
EL SOL ALUMBRA YA y saca brillos, sombras y volúmenes en la ordenada confusión de reguladores, cables, mangueras, botellones de aire comprimido, linternas, focos, extraños aparatos de fotografía y cine de formas espaciales, relojes, profundímetros, descompresímetros, cinturones de plomo, chalecos salvavidas rojos y amarillos, que se extienden bajo la toldilla. Un bazar de increíble complejidad y colorido: los equipos y accesorios que permitirán la sobrevida submarina de los buceadores.
Pancho Vergara chequea permanentemente el funcionamiento de cada uno de ellos, la presión de las botellas y el funcionamiento de los reguladores; planifica con Lucho Canales los tiempos de trabajo submarino para los próximos buceos...
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