El arte de la pintura sobre seda - 10 de Marzo de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 841065824

El arte de la pintura sobre seda

Pintar en seda no fue algo premeditado, sino más bien algo azaroso. Era 1993 y Andrea Gayan (50) recuerda que estaba paseando en coche a sus hijas -de uno y tres años en ese momento- en una plaza en Brest, una ciudad portuaria al noroeste de Francia, cuando vio un letrero que decía: "Clases de pintura sobre seda". Su marido, Hans Kossmann, biólogo marino de profesión, entonces cursaba un doctorado en Fisiología de peces por dos años en esa localidad y ella lo acompañó. Andrea siempre fue una amante de las manualidades y combatía el clima frío y lluvioso del lugar donde vivían, haciendo artesanía. Por lo mismo, no dudó en probar ese nuevo arte cuando vio el cartel.-Yo no tenía idea de que se podía pintar la seda. Hasta ese momento, mientras cuidaba a las niñitas en la casa y mi marido hacía el doctorado, yo tejía, bordaba, cosía, y decidí probar la pintura en seda. Primero aprendí en el taller donde tomé clases dos o tres veces al mes, porque era complicado ir a más y los otros días pintaba en la casa. Empecé el año 94 y no paré más.Lo que empezó como una forma de pasar el tiempo, luego se convirtió en una profesión. 27 años después en el taller de Andrea Gayan, ubicado en una casa en Vitacura, se pueden ver desde pañuelos hasta vestidos de seda en tonos verdes, azules, fucsias, naranjos, amarillos. Todos con distintos diseños pintados y teñidos a mano.-Toda la vida me hice la ropa, porque nunca encontraba una que me gustara y no me acomodaba lo que había. Entonces hoy me inspiro en lo que a mí me gusta usar, y básicamente son modelos cómodos, elegantes, atemporales, femeninos y, sobre todo, que no son moda.***Andrea se instaló en su taller en Puerto Varas en 2012. Decidió que era momento de emprender con su conocimiento sobre la seda. Y siete años después abrió su segunda tienda y taller en Santiago en mayo de 2019.-Quería darle una oportunidad al negocio, porque en Puerto Varas a la gente que le podría vender ya la tengo cautiva, y es mucho desgaste viajar esporádicamente a Santiago a vender. Mis tres hijos viven fuera de Chile y mi marido sigue viviendo en Puerto Varas y viaja a Santiago, entonces no tenía sentido seguir viviendo allá.La moda no fue un camino que apareció repentinamente. Entró a estudiar a los 17 años Ingeniería Civil en la Universidad de Chile primero (por un año), y Matemáticas en la Universidad Católica después (dos años y medio), pero no terminó ninguna de las dos carreras, porque dice que no le gustaban. Se casó y se...

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