'Argentina se está quedando atrás, no solamente respecto de su historia y de la región, y esa es la mayor preocupación'
Fue presidente del Banco Central argentino y diputado de la nación. Es economista, con un master de la Universidad de Pensilvania. Pero fue su paso por el Ministerio de Hacienda y Finanzas trasandino lo que lo situó en el ojo del huracán. Alfonso Prat-Gay fue el primer ministro de esa cartera que nombró el entonces recién asumido Presidente Mauricio Macri, en diciembre de 2015."Fue un año muy complejo. Nos tocó desactivar muchas bombas. Pusimos en funcionamiento una nueva administración en el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, que dejó de mentir; ordenamos la situación con los acreedores externos; salimos de un control de capitales que era diabólico; ejecutamos un sinceramiento fiscal y los argentinos pudieron transparentar la mitad de sus activos; y trabajamos por la reinserción de Argentina en el mundo", enumera orgulloso.Pero a fines de 2016 le pidieron la renuncia. "Nos fuimos con la sensación del deber cumplido; la inflación venía bajando muy fuerte y la economía creciendo. Quedé con mucho por hacer", reconoce.-¿Es efectivo que lo sacaron porque podía opacar a Macri, que tuvo conflictos con el equipo económico, además de aspiraciones políticas personales?"Hacía falta, y quedó demostrado con la crisis de 2018, que era necesario tener un ministro de economía poderoso. La paradoja es que Macri no quería un ministro de economía fuerte, y al final terminó teniendo como ministro al propio FMI. El equipo económico no vio venir la crisis del 2018 y fue porque el casillero de cuenta corriente no le tocaba a ninguno de los ministros que estaban con responsabilidades sobre la economía".-¿Cómo recibe las críticas que lo sindican como el padre del gradualismo?"No fuimos gradualistas para salir del cepo, arreglar con los holdouts o bajar impuestos. En lo fiscal avanzamos al ritmo que permitía la situación política y social, bajamos el gasto devengado en 2016. Pero este gradualismo requería un acuerdo social inicial y una sintonía fina en lo macroeconómico, algo imposible con un ministerio atomizado. La ausencia de ambos llevó a la gestación de la crisis cambiaria durante 2017. El gradualismo mejoró la situación política, permitió ganar la elección de medio término, y no perjudicó la situación económica. Cuando el descuido desembocó en una interrupción del crédito, el déficit fiscal que quedaba por financiar era menor y no mayor que al inicio".A comienzos de este año, Prat-Gay fue precandidato a gobernador por la provincia de Tucumán. Pero el gobierno de Macri frustró sus intenciones apoyando a la senadora Silvia Elías de Pérez, quien terminó derrotada por el peronista Juan Luis Manzur en los...
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