Argentina se queda con la Copa: Messi le pone un título a su descomunal obra - 19 de Diciembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 916591837

Argentina se queda con la Copa: Messi le pone un título a su descomunal obra

El fútbol en estado puro. Lionel Messi y Kylian Mbappé reduciendo un deporte colectivo a un combate individual de genios, transformando la cancha de Lusail en un coliseo, mano a mano. Con equipos llenos de atributos y escuderos atrás de ellos, pero la lucha se tornó tan encarnizada que los líderes se arremangaron y dieron un paso adelante para resolver personalmente una batalla de colección.Messi sublime. Mbappé bestial. Ninguno fue menos. La final del mundo salió como nunca antes se recuerda en 98 años. Se coronó Argentina, también porque tiene en Emiliano Martínez un arquero superior en las definiciones por penales y que tuvo el coraje de meter un achique enorme en el minuto 123, ante Kolo Muani, maniobra que alcanza la dimensión de las atajadas de Gordon Banks en el 70 (ante Pelé) o Iker Casillas en 2010 (a Arjen Robben).En la primera hora inicial, Argentina parecía imbatible, empujando al campeón vigente a su mínima expresión. Francia se vio espesa con la pelota, sin juego, hundiéndose en errores básicos. La expresión banal de una potencia que llegó a cuatro finales en los últimos siete mundiales. El conjunto albiceleste desangró a su rival con los desbordes de Ángel di María, pasó arriba con un penal de Messi (falta de Dembelé al "Fideo") y siguió jugando el partido a su antojo. Se recogía para tentar el adelantamiento inocente de Les Bleus y así puso el 2-0 tras un corrida brutal, gestada por Messi, Julián Álvarez y Alexis Mac Allister, y timbrada por Di María, venciendo a Hugo Lloris.Argentina en la cima, próspera en variantes, chorreando aplomo, pero el negocio no podía ser tan cómodo. Al otro lado estaba Mbappé, el tipo del sprint y la definición perfecta, y también Didier Deschamps, un pragmático sin asco que no dudó en faenar a Dembelé y Giroud antes del descanso, y luego a un opaco Antoine Griezmann, su extensión pensante en la cancha. El técnico galo metió jugadores de músculo, enérgicos y fue a embestir: cuatro atacantes y una mediacancha escuálida. Y los herederos de Passarella y Maradona empezaron a padecer el despertar galo.La rebelión de Mbappé dejó postales para montar una exposición: un penal a favor de Francia en el primer descuento, obra del '10' francés. Hasta Messi perdió un balón ante el atrevido Kingsley Coman que se pagó caro. "Kiki", un genio incontestable, le prendió fuego a la obra del rosarino y tras una pared aérea con Marcus Thuram, llena de sentido futbolístico y elegancia, marcó el 2-2 con un remate...

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