Argentina, el país de las desmesuras - 28 de Septiembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 535183070

Argentina, el país de las desmesuras

En cesaciones de pagos, contadas desde la crisis de la deuda emergente, en 1982, solo Nigeria supera a Argentina, y Ecuador nos iguala. Pero nunca había ocurrido que un país entre en tal situación, ni en un cepo cambiario abusivo y recesivo, después de su mejor década en un siglo para las oportunidades de exportar. Aparece ahora la "nueva" ley de abastecimiento, otro exceso que además de chocar contra la Constitución será muy eficaz para frenar la inversión, pero inútil para desacelerar el aumento de los precios.

Preocupantes de por sí, estas desmesuras lo son más aún porque coinciden con las que nos empujaron en el pasado al retraso económico y social. En el libro "El país de las desmesuras" (El Ateneo) comparamos 130 años del desempeño económico de Argentina con los de Brasil, Chile, Uruguay y Nueva Zelandia. Estos países también vivieron, en diversa medida, épocas de retraso respecto de los más avanzados, asociadas a altas tasas de inflación, proteccionismo excesivo, elevados déficits fiscales y volatilidad de la economía. En los casos de Brasil, Chile y Uruguay, también hubo rupturas del orden constitucional, dictaduras e inestabilidad política. Sin embargo, el desempeño económico de todos ellos fue, a la larga, mejor que el de Argentina. La explicación que encontramos y que ayudaría a un mejor futuro si tuviéramos la sabiduría de aprender del pasado es que nuestros errores han sido muchas veces desmesurados, más intensos o extensos que en los demás países.

Identificamos en el libro trece desmesuras argentinas.

En el orden político, fueron más frecuentes la inestabilidad y las rupturas del orden constitucional; también el caudillismo generalmente populista y con tendencia a la hegemonía, cuyo principal protagonista -pero no el único- fue el peronismo, ganador de nueve elecciones presidenciales, y que en tres de las cuatro épocas en que accedió al poder contó con buenos precios internacionales que le permitieron impulsar el empleo y la mejora de los salarios y la distribución del ingreso. En fin, hubo movimientos guerrilleros amplios, diversos, con apoyo popular, que se sublevaron también contra gobiernos democráticos y cuya represión fue una desmesura trágica. Ninguno de los países comparados osó tampoco pelear una guerra contra una gran potencia, por más indudables que fueran sus derechos en disputa.

En lo social, nuestro país tuvo la inmigración proporcionalmente más alta, con insuficiente acceso a la propiedad de la tierra, y, desde...

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