Argentina, economía y política - 20 de Octubre de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 743156601

Argentina, economía y política

La evidencia ha demostrado que los doce años de kirchnerismo (2003-2015) no solo se caracterizaron por un profundo deterioro institucional y una extendida corrupción, sino también por la implementación de un conjunto de políticas económicas erradas. En este sentido, destacan el establecimiento de controles cambiarios y subsidios que impidieron la correcta asignación de recursos en diversos sectores, la puesta en vigor de medidas proteccionistas que afectaron la eficiencia, la subordinación de la autoridad monetaria al Poder Ejecutivo -que facilitó que las reservas internacionales del Banco Central se utilizaran para financiar el gasto público- y la estatización del sistema de pensiones. Como respuesta a estos acontecimientos, los inversionistas fueron progresivamente perdiendo la confianza en ese país.El legado de tal deficiente gestión es elocuente: producto del bajo crecimiento económico, explicado en buena parte por la ausencia de inversiones, la erradicación de la pobreza se estancó durante el segundo mandato de Cristina Fernández. Además, al finalizar la era "K" la inflación y el déficit fiscal registraron tasas cercanas al 30 y 8%, respectivamente (esta última cifra es un récord en la historia argentina reciente). Los resultados de las elecciones presidenciales de 2015, en las que Mauricio Macri fue elegido Presidente, brindaron la posibilidad a la nación trasandina de enmendar el rumbo.Política fiscal: el talón de AquilesTras su arribo a la Casa Rosada, el Presidente Macri introdujo una serie de medidas para dinamizar la economía y reducir las distorsiones que generaban ineficiencias. Así, liberalizó el mercado de divisas, sinceró las tarifas subsidiadas de los servicios públicos y, en lo relacionado con el comercio internacional, redujo o eliminó aranceles e impuestos a la exportación. Por otra parte, presumiblemente por motivos políticos, el gobierno entrante optó por una política de "gradualismo" para disminuir el déficit fiscal. Adicionalmente, para hacer frente al complejo escenario inflacionario y siguiendo las mejores prácticas internacionales, el Banco Central adoptó un esquema de metas.No obstante, pese a todas estas modificaciones y a la dura derrota del kirchnerismo en las elecciones legislativas del año pasado, la inversión no despegó de la manera esperada ni la inflación se redujo al ritmo deseado. El escrutinio de los mercados era claro: el exagerado gradualismo en la reducción del déficit fiscal -el déficit primario...

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