Argentina: Las candidatas a primeras damas cara a cara - 3 de Noviembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 586113842

Argentina: Las candidatas a primeras damas cara a cara

De Juliana Awada, 41 años, empresaria textil y la esposa del actual jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri hace seis años (después de que lo conociera en un gimnasio), los medios trasandinos han dicho que es ajena a la política, que no tiene agenda mediática propia ni las ganas de ocupar un cargo, que su look es elegante pero sencillo, que suele vestir la ropa que ella misma diseña, que su pelo es como el de una "publicidad de champú", que prefiere siempre el segundo plano de "acompañamiento" a su marido, y que si el sello de su principal contrincante es el de la acción social, el de ella es el de atender al mundo de lo doméstico, específicamente al cuidado de sus hijas, Valentina -fruto de la relación que tuvo con su ex pareja, el millonario conde belga Bruno Barbier- y Antonia -que tuvo con Macri en 2011-, sin abandonar su veta empresarial. Es su bajo perfil. A días de que su marido consiguiera por un dos por ciento de votos de diferencia la segunda máxima mayoría presidencial, de visita en el programa "Los Leuco" del Canal TN -que contó, además, con la presencia de la candidata a Vicepresidenta Gabriela Michetti y la Gobernadora electa María Eugenia Vidal-, Awada fue reservada. Ante la posibilidad de convertirse en primera dama dijo: "no necesariamente uno tiene que tener un cargo político para ayudar y hacer cosas buenas".

Sin oficina para Primera Dama

Los perfiles de Rabolini y Awada se alejan del encarnado por Cristina K cuando ella fue la mujer del Presidente: no tienen trayectoria política previa y se desempeñan y son reconocidas en mundos alejados al poder -la estética; la moda-. Pero esto, dicen politólogos argentinos, no deja de ser revelador. Si el papel de Rabolini en apoyo a la candidatura de su esposo ha sido definido como uno "de acción social y aspiraciones políticas", el de Awada, en cambio, ha sido descrito como "atmosférico". Ninguna de las dos responde, ciertamente, a un estereotipo de primera dama argentino. Pero eso se atribuye a que en ese país no hay una manera de "ser" primera dama. En ese puesto, las mujeres o han ocupado un rol protocolar al lado de su marido o bien han adquirido presencia propia más allá de su rol institucional. Los politólogos dicen que desde la recuperación de la democracia su papel no ha sido de particular relevancia ni ha existido una "tradición democrática de funciones propias de esa posición".

-En Argentina no existe algo así como "the office of the First Lady" de la Presidencia estadounidense -dice Luis Tonelli, director de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA)-. Un papel más saliente como primera dama demandaría la creación de un rol institucional para ella, como lo tiene Michelle Obama con actividades políticas y de beneficencia propias.

Marcelo Camusso, Director del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), coincide:

-Como no hay una perspectiva de tradición de funciones propias de una primera dama (sus roles) están más bien vinculados al perfil de cada presidente.

Tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri, que gobiernan sus respectivos territorios, provienen de familias de empresarios. Iniciaron sus carreras políticas hace poco más de quince años después de ser reconocidos en distintos ambientes privados: Scioli, en el...

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