Sobre árboles y personas - 1 de Junio de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 279807355

Sobre árboles y personas

El Presidente Piñera se ha colocado en zona muy peligrosa. Más allá de todas las materias en las que es discutido por opositores y partidarios, ha entrado ahora a definirse en un tema decisivo: la comparación entre vegetales y humanos. Con valentía, se ha atrevido a afirmar que las personas merecen más protección que los árboles.

En un tiempo más, cuando las cosas hayan vuelto a su cauce normal, el que se haya destacado una opinión de esta naturaleza va a mover a las carcajadas compasivas. "Pobres tipos los de comienzos del tercer milenio, mira las cosas obvias en las que se jugaban sus posturas", dirán los historiadores, casi atónitos.

Pero hoy, distinguir entre un árbol y una persona, vaya, es un acto de audacia que debe ser reconocido.

Decenas de veces -inténtelo- podrá comprobarse que la cultura forestal de los chilenos es paupérrima. A pesar de ser incapaces de distinguir un peumo de un pimiento y un molle de un pellín, a muchos les ha venido un amor tan puro por los árboles, que no falta la ONG que califica al bosque como la unidad viva por excelencia, dentro de la cual -gracias- los seres humanos ocupamos un precario séptimo lugar, por cierto detrás del musgo.

No es extraño, entonces, que el Presidente haya suscitado las iras ecológicas, comprobando que son más bien furias egológicas, enojos propios de personas cuyo ego es tan fuerte que, en el nombre de la humanidad, se prefieren a sí mismas como usuarias de la naturaleza, aunque así perjudiquen a los más pobres de los humanos.

¿Una prueba de lo anterior? Pregúnteseles a los manifestantes verdes por sus opciones sobre la disminución de la población, y la respuesta será rotunda: más del 90 por ciento la apoya. Pobres árboles, es que ya no dan abasto para tantos humanos.

Lo que los egologistas no han podido entender es que la armonía del ser humano con la naturaleza sólo es posible si se reconoce primero la jerarquía, es decir la superioridad neta de la razón sobre la fotosíntesis. En la práctica, por cierto que no hay egologista que renuncie a su...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR