La Araucanía: Espina lanza plan de paz, tras sostener más de 50 reuniones
Uno a uno, Espina, representante de esa zona en la Cámara Alta, fue explicándole los doce puntos principales del plan. La Mandataria apuntaba sus observaciones en la libreta y cada tanto formulaba consultas. A su lado, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, escuchaba con atención.
"Percibí una sensación muy cálida, interesada y comprometida de ella. El primer ejemplar de la propuesta se lo entregué a la Presidenta Bachelet; es lo que corresponde, porque lo que se requiere son políticas de Estado y ella debe liderarlas", comenta Espina sobre el documento, cuyo contenido da a conocer "El Mercurio".
Además de Espina, el texto lo suscribe su colega y correligionario José García Ruminot (RN). El también senador por La Araucanía se sumó a la iniciativa, a partir de una invitación que le formuló el primero, en marzo pasado.
Espina, que representa desde hace doce años a La Araucanía en la Cámara Alta, concibió la idea de levantar una propuesta luego de un proceso que él describe como introspectivo: "Me hice una fuerte autocrítica. Concluí que habíamos sido incapaces de construir una política de Estado y menos aún de permitir un diálogo directo entre los líderes de la región de origen mapuche y no mapuche".
La iniciativa -plasmada en una publicación de 27 páginas- se estructura en torno a cuatro capítulos, todos ellos relacionados con las principales aristas del conflicto: "Política de tierras", "Violencia", "Participación política e institucionalidad" y "Pobreza rural" (ver nota relacionada).
Cada uno de los acápites contiene un diagnóstico de la situación actual, datos "duros" y propuestas concretas. Sobre estas últimas, Espina previene que se las formula "sin pretender imponer soluciones a nadie".
Negar beneficios a violentistas
En materia de tierras, se sugiere la creación de un aukiñ (consejo, en mapudungún). El organismo tendría rango legal y estaría integrado por representantes del Estado, de los mapuches y de los productores de la zona. Una de sus principales tareas sería "hacer un catastro y delimitar las tierras que el Estado de Chile debe al pueblo mapuche".
Con esos datos en la mano, el Estado tendría que restituir las tierras a las comunidades, aunque bajo una modalidad especial: "De una sola vez, no pudiendo, producto de la subdivisión de las comunidades, ampliarse a (otras) tierras".
El mismo aukiñ , pero en el ámbito de la violencia, tendría una misión doble: identificar a los afectados por el conflicto -"sean o no mapuches"-...
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