Huenchumilla cumple siete meses en La Araucanía enfrentando críticas y arremetiendo contra la Conadi
"Sí a la paz, sí a la justicia, sí a la vida", se leía en el papel que la muchacha tiró al pavimento. El volante se lo había entregado hacía unos segundos una persona que participaba en una "marcha contra el terrorismo", por el centro de Temuco. La movilización -convocada por la Multigremial y el movimiento Paz en La Araucanía- congregó a más de mil personas, principalmente víctimas de la violencia en la zona.
El gesto de la joven que arrojó el folleto pasó inadvertido. Pero fue una muestra elocuente del clima que se palpa en la región.
La violencia del conflicto en La Araucanía arreció en los últimos días. El 26 de septiembre, encapuchados "cortaron" la Ruta 5, balearon un bus y quemaron cuatro camiones. Este miércoles, un mapuche murió atropellado por un tractor, en medio de la toma de un predio. Y al día siguiente, dos comuneros -Juan Queipul y Hugo Melinao- fueron detenidos, luego de un nuevo atentado incendiario, ahora contra dos camiones cargados con asfalto, también en la Ruta 5.
Tiempo atrás, Queipul fue enjuiciado, pero luego absuelto, por un ataque semejante. Esta semana, al ser capturados, él y Melinao tenían heridas por armas de fuego.
La seguidilla se da en momentos en que el intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla (DC), cumple siete meses en el cargo. "Ha sido duro, pero hemos logrado los objetivos", dice.
En la región, sin embargo, no todos piensan como él: hay sectores que evalúan críticamente su gestión y ponen un signo de interrogación frente al futuro de la zona.
El aporte que todos le reconocen
Una de las metas que se fijó Huenchumilla al asumir fue dar mayor visibilidad al tema del conflicto: "El objetivo fue que este tema pasara de ser regional a nacional. Creo que está cumplido, hoy está en la agenda nacional, de los medios, de los partidos, del Gobierno", enumera.
La estrategia que aplicó tuvo distintos ejes.
Uno fue alejarse del habitual perfil del intendente centrado solo en su región. Otro, dar pasos que, por su resonancia mediática, tuvieran una alto impacto público.
Ejemplo fue la rueda de prensa que ofreció cuando llevaba dos días en el cargo. En ella, pidió "perdón" por partida doble: a los mapuches, por el "despojo que el Estado les hizo de sus tierras"; y a los descendientes de los colonos, por haberlos traído a un "lugar inadecuado".
Incluso sus detractores reconocen que consiguió "posicionar" el tema del conflicto. Pero dicen que eso no basta.
"Logró poner en discusión que hay un problema grave. Sin embargo, eso no se ha acompañado de políticas públicas que den una solución", advierte Emilio Taladriz, presidente de la Multigremial y...
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