Apuesta fuerte por el Brexit - 2 de Septiembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 810354461

Apuesta fuerte por el Brexit

Siempre se supo que el Brexit sería un proceso complicado, pero lo que está ocurriendo por estos días en Gran Bretaña demuestra que los pronósticos quedaron cortos. La inesperada decisión de Johnson dejó pasmados a los parlamentarios, que reclaman haber sido dejados de lado, con una medida que algunos consideran extrema e, incluso, que podría desestabilizar las bases democráticas.Quizás eso es una exageración. Johnson tiene derecho a suspender, o "prorrogar", las sesiones del Parlamento hasta el discurso de la reina, en el que presenta su plan político. Theresa May no lo había hecho -por temor a que su programa no fuera aprobado- y al asumir Johnson era razonable que procediera. Lo controversial es que lo haga ahora, tan poco tiempo antes de un plazo fatal como es el 31 de octubre, cuando se materializa el Brexit. Desde su punto de vista, no tenía opción, ya que los parlamentarios contrarios a su postura -de diversos partidos- estaban organizándose para votar una ley que le impidiera un divorcio de la UE sin acuerdo, y lo obligara a pedir un nuevo plazo de retiro.Lo probable es que Johnson no quiera salirse sin un buen convenio -si no lo consigue, quedaría sujeto a las reglas comerciales de la OMC-, y trata de presionar a Bruselas para que le dé una oportunidad de modificar lo que May firmó con tanta dificultad y que fue rechazado categóricamente tres veces en el Parlamento. Según el Primer Ministro, mientras más problemas ponen los legisladores, menos probabilidades de que la UE se avenga a modificar lo ya negociado, porque estimará que el Parlamento podría rechazarlo. "Lo peor para la democracia, dijo, sería fallar en hacer el Brexit una realidad".El punto central de las objeciones es el ya famoso backstop (salvaguarda), la cláusula que deja a Gran Bretaña dentro de la unión aduanera europea por plazo indefinido, hasta que se llegue a acuerdo sobre cómo hacer los controles de mercaderías y personas, evitando poner una frontera física entre la República de Irlanda y el Úlster, el norte de la isla bajo soberanía británica. Parece una cuestión simple, y que bastaría una solución tecnológica, pero todavía no hay ninguna propuesta concreta de parte de Londres que solucione el impasse . Los europeos han sido categóricos en esto, y se han puesto de lado de Dublín desde el comienzo, con el argumento de que cualquier control fronterizo entre el norte y el sur contravendría los acuerdos de Viernes Santo, que pusieron fin a décadas de violencia en...

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