El aprendizaje de los primeros cinco años de Lollapalooza en Chile
En tiempos en que la alta fidelidad se ha convertido casi en requisito, los números de este año demostraron que con condiciones de alta calidad sonora la experiencia vale más que la pena. Tanto Molotov como The Specials demostraron en vivo algunas de sus cualidades, lo que se trasladó a casi todos los shows . Tanto los bajos subterráneos de Damian Marley, como la dinámica de St. Vincent y los altos decibeles de Jack White lucieron una definición soberbia por los parlantes.
Asistencia: La evolución del público ha sido un factor clave en el desarrollo del festival en sus cinco años. Si bien hasta en 2014 el comportamiento de la asistencia fue siempre en aumento, con las 120 mil personas que llegaron a la presente edición, la producción dejó en claro que, más allá del mayor o menor éxito de su convocatoria, Lollapalooza tiene asegurada la realización de un evento masivo con un alto estándar de calidad. Puede que el cartel de artistas influya directamente en el volumen de asistencia y que 2015 haya sido una forma de entender que aparte de tener a números de convocatoria masiva (justamente el tipo de artistas de los que se careció este año), se trata de tener un cartel para todos los gustos y que logre funcionar en el marco de Lollapalooza.
Segmento juvenil: En 2015 se pudo apreciar una mayoría de público juvenil, con un segmento etario más definido en edad. Desde 17 hasta 24 años fue el tramo que primordialmente se tomó el festival este año. Gracias a la presencia de artistas de mayor popularidad en ese grupo -como Foster the People, Bastille o Skrillex-, la juventud se apropió de Lollapalooza, aspecto que podría ser positivo pensando en el futuro del evento en Chile.
Además, un gran atractivo para ese público ha sido la experiencia más allá del cartel artístico. Es decir, concurrir a Lollapalooza por vivirlo como un evento social que engloba, además de música, factores como diversión, vida al aire libre, instancias de aprendizaje (como Aldea Verde) y una amplia gama de actividades paralelas.
Un lustro de experiencia: En 2011, Lollapalooza debutó en Santiago con éxito. La experiencia, un año antes, de un festival con bandas extranjeras como cabezas de cartel tenía como antecedente el primer Maquinaria, con Pixies y Queens of the Stone Age entre sus nombres. Pero la fiesta fundada por Perry Farrell significaba un esfuerzo mayor. Y resultó satisfactorio, salvo alegatos por problemas en los accesos y colapsos de público en algunos escenarios, los...
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