Anualmente muere más de la mitad de las abejas de la zona central - 21 de Noviembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 697102993

Anualmente muere más de la mitad de las abejas de la zona central

Según los resultados del monitoreo, en esas zonas existe una alta mortalidad de abejas que se ha venido repitiendo y que se eleva a un promedio del 50% del total anual, explica Marnix Doorn, especialista en economía agrícola y director del proyecto.

"No es una mortalidad normal. Generalmente se habla de 10 a 15 por ciento, pero esto es extremadamente alto", reconoce.

Para analizar los agroquímicos presentes y que podrían estar afectando a las abejas, tomaron muestras en todas las colmenas. "Encontraron trazas de muchas cosas, pero en niveles muy mínimos, nada sobre los límites permitidos y que pudiera estar matando a las abejas", sostiene. Entre los más frecuentes, hallaron al químico que usan los apicultores para matar al varroa.

Se trata de una especie de garrapata que debilita a las abejas y las expone a virus. Determinaron que inmediatamente a los períodos con mayor presencia del parásito se producía una importante mortalidad de las abejas. Además, detectaron al nosema, un hongo que también las afecta, pero en menor grado.

A juicio de Doorn, la muerte de las abejas tendría que ver con una deficiente alimentación, además de que no habría un tratamiento oportuno contra las plagas. También observaron un uso de pesticidas caseros basados en formulaciones propias que no están aprobados para uso apícola.

En el monitoreo concluyeron que las colmenas son muy débiles en invierno. Lo determinaron tras medir la cantidad de paneles con abejas, que en ocasiones no pasan de tres por ambos lados cuando lo normal es el doble. Es decir, su población es muy reducida, y ello estaría relacionado con un tema de alimentación de la colmena. "Si tienes una vaca, le das pasto, pero en apicultura las abejas dependen mucho del agua, y si está seco, tienen que volar lejos en su búsqueda, proceso en el que gastan energía y se debilitan".

Bebederos

La fortaleza de la colmena es mayor cuanto más individuos contiene. En cambio -explica el especialista-, a medida que su población disminuye, necesitan gastar más energía para mantener su calor en invierno, y en eso se debilitan y quedan expuestas a las enfermedades.

La colmena vuelve a crecer en población entre agosto y diciembre porque se producen las floraciones principales y obtiene alimento. Pero la merma se vuelve a repetir al llegar el verano.

El objetivo ahora es revertir la tendencia, y para ello iniciaron un plan piloto en dos apiarios que contempla mejorar las prácticas de los apicultores de aquí al próximo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR