Antiheroína - 29 de Septiembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 813237465

Antiheroína

No tengo recuerdos recientes de una protagonista que invierta tanta energía en marcar distancias, en empujar y alejar al espectador como hace Ema, protagonista del largometraje homónimo de Pablo Larraín.La suya es una labor emprendida a conciencia, ejecutada diálogo por diálogo, escena tras escena; visualizada a través de durísimos primeros planos y sofisticados movimientos de cámara, en los que tanto el realizador como su actriz principal (Mariana di Girolamo) establecen un abierto pacto contra quien cuestione los avatares de esta veinteañera, bailarina de danza moderna e integrante de una trouppé de reguetón callejero en Valparaíso, y que parte el filme admitiendo algo tremendo: acaba de devolver al Sename al hijo que adoptó junto a su marido coreógrafo (Gael García Bernal), después de que el chico intentara prender fuego a la casa y quemando en el proceso a su tía. La secuencia abarca los primeros 15 minutos de la cinta y está ejecutada con una intensidad que bordea lo magistral, a medida que la rabia de Ema, el estupor de su pareja y los movimientos de su compañía de baile (que se presenta con una inmensa retroproyección del Sol en plena ebullición, como telón de fondo), colisionan y se trenzan, se integran en un único impulso que engloba pasado y presente, al ritmo de beats creados especialmente para la producción por Nicolás Jaar.La energía liberada durante esta apertura es inmensa, furiosa y solar; pero -en la medida que no establece mínimos puentes tendidos entre espectador y protagonista- una vez que explota y se consume, ese fuego narrativo solo vuelve a encenderse a espasmos. No es que la película fracase a la hora de invocar empatía por Ema; más bien al contrario: intenta por todos los medios liberarla de ese trance. Dejarla libre de toda convención melodramática y de una eventual complicidad con el público; libre, incluso, de los designios del propio director. Cocinando durante largos pasajes del filme, un plan que solo ella conoce en sus detalles y en su improvisación, Ema básicamente se manda sola; acierta, yerra, seduce y genera...

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