El año más desafiante de María Luisa Godoy
C on su cara lavada y su pelo suelto, casi encogida en una silla del comedor, María Luisa Godoy se quiebra. La periodista y coconductora de "Buenos días a todos" en TVN y del próximo LXIII Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 2024, rememora los días en que constató que su quinto embarazo no sería como los anteriores. Hoy su hijo Domingo tiene un año.-Fue en el tercer mes de embarazo y lo más difícil de todo: hasta ahí, ninguna ecografía lo mostraba. Hasta el final del embarazo, nunca una ecografía pudo demostrar que Domingo tenía síndrome de Down. Y, en el tercer mes, mi ecógrafo, Waldo, me dijo: quiero que te hagas un examen de sangre y una muestra genética. Yo le dije, ¿por qué? Y me dijo, porque tenís 42 años, estái vieja, y cuando uno tiene 42 años tiene muchas más posibilidades de tener un hijo con una condición o enfermedad. Y yo le dije, no me lo quiero hacer porque no quiero saber: me vas a tener en un embarazo muy angustiante sin saber si tiene o no una enfermedad y no voy a poder hacer nada. Le dije como 5 veces que no y ahí llegó Ignacio a la ecografía.Godoy y su marido de 12 años, el abogado Ignacio Rivadeneira, con quien tiene cinco hijos entre los diez y un año, terminaron por aceptar los exámenes de diagnóstico que el obstetra Waldo Sepúlveda, especialista en medicina materno-fetal, les pedía. Sepúlveda ha trabajado por años con el ginecólogo de cabecera de la presentadora, Juan Luis Alcalde.Hoy ella recuerda que, más que al síndrome de Down, temía que su quinto hijo viniera con enfermedades asociadas a esta condición: fallas cardíacas, renales o pulmonares. Mientras esperaban los resultados, tenía claro que jamás lo abortaría, pero no juzga a otros:- No estaré de acuerdo nunca con que penalmente se persiga a una mujer por hacerse un aborto, aunque sea aborto libre. Aunque yo no estoy de acuerdo con el aborto libre, ¿se entiende?.Un año y medio después, recuerda la llamada telefónica que cambió su vida y la de toda su familia.-Juan Luis me llama un domingo y me dice, Mary, no salió bien el examen genético, viene un problema de cromosomas, vente mañana a la oficina con Ignacio y lo vemos.-¿Qué pensó usted en ese minuto? ¿Se le pasó por la mente un Down?-Sí. Yo no descarté nada.-¿Cuál fue su reacción?-Pánico. Obviamente, lloré. Y dije ¿qué tendrá? ¿Vendrá enfermo? Hay como un miedo. Yo nunca le he tenido miedo a la condición del síndrome de Down, y cuando íbamos donde Juan Luis para mí no fue tema que tuviera un Down. Con eso yo lidié siempre muy bien. A mí me aterraba la enfermedad. En el síndrome de Down muchas veces, en un 50%, los tienen que operar del corazón o del intestino, o de los riñones. Y yo tenía claro que el corazón hoy lo operan increíblemente, !pero a los tres meses, una operación de corazón abierto¡ Eso me aterraba. Con Ignacio verbalizamos mucho mi terror y él también tenía mucho susto.La animadora sacó fuerzas de flaqueza:-Le dije, mira, los niños con síndrome de Down, son cabros adorables, seres humanos maravillosos como cualquier otro. Nos va a costar mucho más, es un desafío gigante, hay que tener mucha más paciencia. Y probablemente puede...
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