Cuando Anita era inmortal - 6 de Septiembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 526976034

Cuando Anita era inmortal

La mujer de solo un metro 50, nacida el 19 de noviembre de 1915 en una modesta familia de Quinta Normal y que había partido en 1935 a Inglaterra para probar su talento en Wimbledon, había hecho de Escocia su segunda patria.

Es lo que confesó a la revista Triunfo, en 1986, en una de las escasas entrevistas que dio en su vida. Pese al cariño y a la añoranza que siempre dijo sentir por Chile, fue en Dundee, la tercera ciudad de Escocia, donde se radicó con su esposo, Ronald Taylor Ellis, y donde crió a sus tres hijas: Ruth, Carol y Carmen. Allí aprendió a jugar golf cuando los años le ganaron al tenis y se retiró cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, en 1939, en el momento cúlmine de su carrera.

Entre 1936 y 1938 ganó 17 campeonatos en singles, principalmente en Inglaterra, Escocia y Francia, dos campeonatos en dobles, cinco campeonatos dobles mixtos (algunos junto a su esposo), llegó a cuartos de final en Wimbledon en 1936 y 1937. Ese mismo año fue campeona en Forest Hill, el actual US Open, siendo la primera latinoamericana en ganar dicha competencia, la única tenista chilena, hombre o mujer, que ha ganado un Grand Slam como individual, y durante la segunda mitad de 1937 fue la tenista número 1 del mundo.

Anita Lizana es considerada por expertos como una de las mejores deportistas que ha tenido Chile. Sus logros aún no han sido emulados y, según la prensa inglesa de la época, fue la mejor tenista de su generación.

Mario Cavalla, periodista especializado en tenis y autor del libro Historia del tenis en Chile 1882-2006, afirma que la manera como se forjó Anita es sorprendente en el contexto de los años 30, una época en que las mujeres eran dueñas de casa, con poco acceso a estudiar y sin derecho a voto. Que una mujer hiciera deporte "no era bien visto, era poco femenino y, peor aún, si quería hacer de eso una carrera. Todo conspiraba contra ella, pero Anita se convirtió en una rebelde de su época", afirma.

La "Ratita", como le decían en Chile por su baja estatura y la rapidez de sus movimientos, o "Senorita" como la bautizó la prensa inglesa, tanto por su origen latino como por su imborrable sonrisa y su gracia dentro y fuera de las canchas, recibió el trato de una celebridad. Los diarios no solo siguieron su carrera, sino también su romance y su matrimonio. Su sola presencia ya era noticia, según se lee en el titular del Dundee Courier, el 21 de marzo de 1938: "Senorita is here" (La Señorita está aquí), cuando informa su arribo junto a su entonces novio para realizar la visita de rigor a los padres.

Lo mismo ocurrió con su matrimonio, el 14 de julio de 1938, en el Brompton Oratory, la segunda iglesia católica más grande de Londres. Allí, vestida con una elegante mantilla se casó ante una gran multitud congregada en la calle y donde los invitados brindaron con "chi-cha, un vino especial de su nativo Chile", según informó el Daily...

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