Animales tienden a evolucionar a tamaños mayores con el tiempo
Para comprobarlo, el investigador y su equipo hicieron un seguimiento evolutivo de los animales marinos, desde que aparecieron hace 542 millones de años. En todo ese tiempo, dice, han aumentado su tamaño promedio en 150 veces.
"Esa es la diferencia de tamaño entre un erizo de mar de 2 centímetros de largo y uno que tiene casi 30 centímetros. Puede que no parezca mucho, pero es un gran salto", precisa.
Ello, porque este escalamiento se produce, casi sin excepción, desde los más pequeños seres acuáticos hasta los mamíferos superiores.
El planteamiento se conoce como regla de Cope, porque había sido postulado ya en el siglo XIX por el paleontólogo Edward Cope, basado en que el tamaño de mamíferos como el caballo habían aumentado a medida que evolucionaba.
Mayor sobrevivencia
La regla funcionó bien también con los dinosaurios y los corales, pero hubo más dificultades con los pájaros y los insectos, por lo que los científicos comenzaron a preguntarse si había realmente un patrón evolutivo o un resultado del azar.
Ahora Payne, luego de revisar 50 volúmenes del tratado de paleontología de vertebrados, fotografías e ilustraciones detalladas de fósiles y otras fuentes, fue capaz de calcular y analizar el tamaño corporal y volumen de 17.308 géneros marinos.
El experto verificó que aunque no todas las clases mostraban una tendencia hacia un tamaño más grande, sí descubrió que los que si seguían esa tendencia se diversificaban más, lo que garantiza una mayor sobrevivencia de las especies.
Un tamaño más grande permite moverse más rápido, excavar más profundo y capturar presas más grandes.
Lo más destacable del estudio es que es un conjunto de datos muy grande, dice Roberto Yury, biólogo de la Universidad de Chile. "Siempre es más fácil describir tendencias que no sean engañosas cuando uno trabaja con sets grandes de datos".
Eso sí, para el científico, una cosa es la tendencia general que aparece muy marcada hacia el aumento de tamaño, pero hay factores biológicos y ambientales que deben tomarse en cuenta.
Es así como con el aumento del tamaño las generaciones se hacen más largas, los individuos más longevos y los períodos de gestación más largos. Una elefante, por ejemplo, tiene un embarazo de 18 meses.
Pero a veces ser grande puede ser una desventaja al enfrentarse a imprevistos como el impacto de asteroides o el cambio climático extremo. "Quizás no permite reaccionar de mejor forma que los animales de tamaños menores", precisa Yury.
El estudio arroja...
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