Me anduve equivocando - 28 de Marzo de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 842461592

Me anduve equivocando

Por ejemplo: creía que el desafío estaba en el espacio exterior y en quién llegaba primero a Venus, por nombrar un planeta, y ahora me doy cuenta de que la misión consiste en encontrar una vacuna.Nunca he querido ser vacunado, incluso me preciaba de ese olfato y desconfianza, porque conmigo no. Ahora sí.Espero que la descubran y que no sea como el tesoro de la isla de Juan Fernández, el avión del Teniente Bello y la honradez del pueblo chileno.Nada me importa, solo que la encuentren e incluso que el pinchazo me duela, porque querrá decir que estoy vivo el ojo.En cierta forma, se me detuvo el proceso evolutivo, lo digo en términos científicos: se me entró el chupete, y se me fue una patita para atrás, y me entró el julepe, un término que creía arcaico, cosa que también era un error, por lo que me inundé de temor y ahora no quiero terminar con las dos patas por delante.Así que me siento remoto, por tanto, lejano y distante de todos y todas; lejos del mundanal ruido, cuyo eco se pierde y apenas se escucha, apartado del día a día y más bien en la eterna noche flotante, como si ya me hubiera ido o quizá como el señor Valdemar, un caballero en cama y solo sujeto por hilos: de voz y vida, de sueño y memoria.Alguna vez, en otra época reciente, fui un chileno en la imaginada Arcadia; avanzaba como Juan Sin Miedo por los pasillos de palacio, y llenaba mi carro metálico con los frutos e inventos del mundo: aceitunas hojiblancas de Córdoba, caviar del mar Caspio, aceites importados de Esmirna, fósforos de la India y una carne de wagyu de la Patagonia o de las praderas de Anatolia, y qué más da, porque en esta era globalizada y generosa, todo se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR