Amor en tiempos de cólera - 15 de Diciembre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 853022851

Amor en tiempos de cólera

Marcelo Espina debió dejar Colo Colo antes del sábado pasado, y por razones bien distintas las enunciadas en la carta dirigida a Blanco y Negro donde quiso justificar su decisión.En realidad, el ex gerente deportivo debió tomar sus cosas por lo menos tres veces antes.La primera fue cuando Blanco y Negro cambió nuevamente sus mayorías en el directorio y Aníbal Mosa retomó el control en detrimento del sector liderado por Leonidas Vial, quien tenía a Gabriel Ruiz-Tagle como su rostro en la testera de la concesionaria. Espina en ese momento debió irse, porque quedarse trabajando con el enemigo de los que lo trajeron parecía ser no una apuesta, sino derechamente una tontería. Tarde o temprano le sacarían en cara el origen de su llegada al puesto. Guerra sucia que le llaman...La segunda ocasión en la que Espina tuvo la oportunidad de irse fue al momento de la llegada de Harold Mayne-Nicholls como funcionario de la directiva de Mosa. Aunque Mosa, Mayne-Nicholls y el propio Espina salieron a aclarar que los roles de ambos no se rozarían, era un hecho evidente que el expresidente de la ANFP -en el sui generis cargo de vicepresidente ejecutivo- asumiría roles protagónicos e invadiría campos técnicos que se suponían exclusivos del gerente deportivo. Y verlos a los dos buscando entrenador tras las partidas de Salas y de Jara, o tratando de liderar las negociaciones con el plantel durante el receso, fue la constatación de esa extraña convivencia.La última vez en que Marcelo Espina tuvo que haber dimitido fue hace un par de semanas, cuando fue presentado oficialmente Jorge Valdivia.El retorno del "Mago"...

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