El Amazonas íntimo de Marina Silva - 21 de Septiembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 530472538

El Amazonas íntimo de Marina Silva

Criada en el remoto seringal de Bagaço, donde junto con su familia trabajaba extrayendo la savia del caucho de los árboles de Haveas, debía caminar 11 horas hasta el río donde podía embarcarse, y todavía le quedaban dos días y medio de viaje para llegar a la ciudad más próxima, Río Branco, la capital del amazónico estado de Acre. Las noticias tampoco llegaban con apuro: gracias a unas revistas viejas que una vez le llevó su padre, se enteró con cinco años de retraso del asesinato del Presidente estadounidense John Kennedy en 1963. Lo más parecido a la comunicación instantánea en la frondosa jungla del Amazonas eran los códigos que usaban para contactarse con otras comunidades: un disparo al aire anunciaba el nacimiento de un niño, dos si era niña, y siete si moría alguien.

"Aprendí a manejar las cosas sin perder ni el tiempo ni mi velocidad interior. En mi aprendizaje de la vida asocié siempre las cosas veloces con la ciudad y las lentas con la selva", ha relatado Marina, quien se marchó a los 16 años a la ciudad, donde recién aprendió a leer y escribir. "La gente a veces dice que soy demasiado calmada. Eso tiene que ver con mi formación emocional y mi percepción del cosmos".

Esa visión y experiencia íntima de Silva con el Amazonas la ha acompañado toda su carrera como dirigente ecologista y política, y podría ser un factor importante si la candidata ganara la Presidencia de Brasil tras las elecciones de octubre. Marina no solo podría convertirse en la primera mujer negra en llegar a Planalto -todo un hito en el último país en abolir la esclavitud-, sino que a nivel mundial se trataría de la primera líder "verde" en llegar al poder.

Así como el ex Presidente Lula da Silva estuvo marcado por su pasado como obrero, que incluso le costó la pérdida de un dedo, la lucha de Marina está definida por su vida en el Amazonas, que también le dejó secuelas. La hoy candidata ha estado varias veces a poco de morir -tres de sus once hermanos, de hecho, fallecieron por enfermedades tropicales- tras haber sufrido en su juventud cinco malarias, tres hepatitis y una leishmaniasis. También ha pasado largos periodos hospitalizada por contaminación con metales pesados, razón por la cual actualmente no puede usar perfumes o cosméticos industrializados, que le generan problemas alérgicos, y prefiere accesorios con materiales naturales, como joyas hechas de semillas amazónicas, o un lápiz labial hecho por ella misma con zumo de betarraga.

Pero el Amazonas...

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