El amarre económico que complica el presente de la UC
Jorge O'Ryan, el presidente, estaba igualmente satisfecho: "Nuestra proposición es potenciar el plantel", afirmaba. A los pocos días -el 4 de diciembre- Cruzados SADP recaudaba US$ 24.800.000 en su apertura a la bolsa.
De ese monto, US$ 18 millones ingresaron a la Fundación (por la compra de pases de todos los jugadores y la venta de diez millones de acciones, información que estuvo disponible para cualquier inversionista) y US$ 500 mil fueron para quienes realizaron el tramado bursátil.
Al día siguiente de la apertura, Cruzados tenía en caja poco más de seis millones y medio de dólares.
La primera junta de accionistas se realizó, recién, en abril de 2010. Ahí muchos se enteraron de que los administradores tenían que trabajar con una cifra levemente superior a los US$ 4 millones, la nada misma para competir mano a mano con Colo Colo y Universidad de Chile.
"Parte del capital se ha destinado a cubrir el déficit de operación mensual que lamentablemente tenemos", reconoció Jaime Estévez, presidente de Cruzados, el 5 de julio.
La conquista del Torneo Nacional 2010 no pudo hacer olvidar una pérdida de $ 1.200 millones (los balances indican un déficit de $ 2.891 millones, pero ahí se incluyen los $ 1.691 millones por amortización de los pases de jugadores adquiridos a la Fundación).
Una salida distinta
Cuando Cruzados salió a la bolsa, Jorge O'Ryan -presidente de la Fundación- sostuvo que el masivo interés en comprar papeles "no es más que el resultado de una gestión profesional de hace años".
Hoy, muchos inversionistas señalan que "al momento de comprar acciones nunca supimos cómo era el ítem financiero de la Fundación". Un informe realizado por CorpBanca señala que el CDUC entregó el poder con pérdidas superiores a los 2 mil 600 millones de pesos entre 2004 y 2009.
Otros analistas postulan que la crisis llegaba a los US$ 2 millones anuales.
Surge la duda, entonces: ¿cómo lo hacía la Fundación para zafar de las emergencias y, en menor medida, invertir en jugadores? "En la UC siempre se perdió plata, pero siempre había un terreno por vender y se solucionaba el tema. Así de simple. La diferencia es que Cruzados no tiene qué vender", cuentan quienes manejan al dedillo la interna del club franjeado.
Y claro: de las 1.750 hectáreas que la UC compró en 1972, hoy queda un poco más de la mitad.
La Fundación tenía que apagar el incendio de alguna manera y así lo hizo: ideó la transformación en Sociedad Anónima y "se fue" del fútbol con muchos millones de...
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