Alto el fuego, momento clave en Colombia - 30 de Agosto de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 647816025

Alto el fuego, momento clave en Colombia

Los colombianos añoran la paz, y a un día del alto el fuego y cese de hostilidades bilateral entre el gobierno y las FARC, ese objetivo está más cerca que nunca. Pero no basta con cerrar un acuerdo; luego viene un incierto proceso para poner en práctica lo pactado y verificar que las partes lo cumplan. Como dicen en Colombia, ahora hay que "construir la paz".

El escepticismo de los sectores que aún no se convencen de que esta hoja de ruta sea exitosa se basa en que tienen en mente intentos anteriores fallidos por terminar la guerra interna; asimismo, hay ciertas condiciones que no aceptan (por ejemplo, la "justicia transicional", que dejaría impunes graves violaciones a los derechos humanos, según esas opiniones). Ya en 1991-92, el entonces presidente César Gaviria buscó un diálogo con los guerrilleros marxistas que no tuvo un buen final: el secuestro y muerte de un ex ministro sepultó esa iniciativa, que se dio en medio de la lucha contra el narcotráfico, liderado por Pablo Escobar.

Más tarde, siendo candidato, Andrés Pastrana promovió negociaciones con los rebeldes, las que se iniciaron en enero de 1999, tras asumir este la Presidencia. Tres años de conversaciones y una desmilitarizada "zona de distensión" de 42 mil kilómetros cuadrados no fueron suficientes para que las FARC se doblegaran; por el contrario, el tiempo y el territorio les permitieron fortalecerse en una región donde el secuestro y la extorsión eran las armas utilizadas para someter a la población. La falta de voluntad real de las FARC por terminar el conflicto y los ingentes recursos que comenzaron a obtener del narcotráfico, luego de la desarticulación de los grandes carteles de la droga, fueron las causas del fracaso de ambos procesos.

Pastrana y los siguientes gobiernos recibieron fuerte ayuda financiera (y de inteligencia) de EE.UU. en el marco del Plan Colombia para la lucha contra el narcotráfico, pero que en forma colateral combatía la guerrilla, fuertemente vinculada al crimen organizado.

Debilitadas ahora por una política de seguridad que incluía la lucha tenaz tanto contra el narcotráfico como contra la guerrilla, los líderes de los menos de ocho mil efectivos de las FARC -que habían llegado a tener unos 20 mil combatientes- debieron tomar...

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