Más allá de la cota mil - 5 de Mayo de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 781881813

Más allá de la cota mil

No nos consideramos habitantes de una "ciudad andina", imagen con la que llegan los extranjeros al sobrevolar las montañas antes de aterrizar. Para nosotros, el privilegio de contar con el gigantesco macizo cordillerano se ha empobrecido por el aire turbio. Los Andes se nos alejaron.Queda una alternativa: internarse por sus cajones, ir en su búsqueda como lo hacía la botánica Adriana Hoffmann, quien esperaba el momento propicio, cada año, para ir al río Olivares a contemplar la montaña florida.Aunque los accesos están disminuyendo, desde que la ciudad se empinó hasta la cota mil, el programa de Rutas Patrimoniales del Ministerio de Bienes Nacionales comenzó en 2010 a develar el valle andino del Olivares. El Sendero de Chile también lo incluyó en su trazado, a lo largo de 27 kilómetros, un avance que ahora se abre a una posibilidad mucho más relevante: transformar todo ese valle en un enorme Parque Nacional, la expansión andina de Santiago y el portal de acceso a una zona de montaña que cuenta con una de las cascadas más caudalosas de Chile central, el Gran Salto formado por los deshielos de cuatro glaciares, donde los farellones alcanzan los mil metros de altura.Es un pendiente para Santiago, contar con un reducto andino cercano y protegido, para gozar de una experiencia de naturaleza integral.El acceso es por el Cajón del Maipo y luego por el del río Colorado hasta El Alfalfal, lo que parece alejar el lugar. Pero, tal como se aprecia desde el aire, está encima de Santiago, colindante con el parque andino Yerba Loca de Lo Barnechea. Tener que dar esa vuelta por el sur corresponde a...

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