Más allá de Aysén - 25 de Marzo de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 362168278

Más allá de Aysén

El compromiso de legislar sobre una zona franca "de Región Aislada" fue clave en el acuerdo suscrito entre el Gobierno y los dirigentes sociales de Aysén al concluir la semana. En los próximos días se instalarán mesas de trabajo para aterrizar los restantes acuerdos alcanzados en la maratónica sesión de trabajo en La Moneda. Este nuevo rumbo puede llevar a su fin un conflicto que se prolongó por más de 40 días.

Con todo, hay aspectos de este episodio que no se pueden eludir. El vandalismo desatado el miércoles en el centro de Santiago en una marcha de solidaridad con Aysén es aún más inaceptable que los hechos de violencia protagonizados en la zona que fue foco del conflicto. Sus autores no son habitantes de esa región, postergada por numerosos años, que alimentan un fuerte resentimiento por lo que perciben como un abandono por parte del país. Estos manifestantes optaron por irrumpir agresivamente en ese conflicto, no para expresar de forma justa la legitimidad de las demandas patagónicas, sino rodeando ese movimiento de un halo de violencia que sólo lo perjudica y debilita ante la opinión pública.

En la tierra de nadie en que se transforma el centro de la ciudad dominado por los vándalos, dos joyas del patrimonio nacional, la Catedral de Santiago y el Teatro Municipal, además de muchos locales comerciales y servicios, sufrieron brutales ataques e incluso intentos incendiarios. De haberse consumado esos actos, nada habría podido explicar al país tan salvaje irracionalidad.

Esa audacia e impunidad con que actúan los manifestantes no es de ahora. Las anteceden graves faltas al principio de autoridad. Este diario lo advirtió cuando un grupo de estudiantes invadió la oficina del ministro de Educación, y cuando manifestantes irrumpieron en una sesión del Senado en Santiago y se tomaron sus dependencias, interrumpiendo la discusión de los proyectos de ley sobre educación, y cuando 400 personalidades fueron cercadas por una turba durante el aniversario de la Fundación Jaime Guzmán. Todas esas acciones han quedado impunes. Se trata de un grave problema de orden público, que se suma al ya complejo cuadro de inseguridad ciudadana que vienen registrando las encuestas.

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