Alicia Scherson su película más personal
A Alicia Scherson, 41, a meses de estrenar su cuarta película, "Vida de familia" -codirigida con Cristián Jiménez y basada en un cuento de Alejandro Zambra-, se le humedecen los ojos. Con una sólida carrera de cineasta y con años como aplaudida docente en la Universidad de Chile, esta no es una mujer que ande por la vida con sus emociones a flor de piel. Seria, intelectual y de pocas palabras, Scherson se ha concentrado en una filmografía que arrancó aplausos fuera y dentro del país.
Sin embargo hoy, a dos años de lo que ella recuerda como un huracán en su vida -el 2013 será un año que no olvidará- las emociones se le agolpan y, sentada en su casa de 1927 en el barrio Yungay, sus palabras tienen un dejo de tristeza y rabia:
-El 2013, el año en que estrené "El futuro", fue un año súper complicado para mí. Hice producción, produje una película para unos italianos y me estafaron. Se fueron de Chile sin pagar y yo me quedé con una debacle financiera. Todavía estoy en un juicio en Italia. Fue un año duro en ese sentido, más moralmente que financieramente. Mi empresa está casi quebrada, una empresa chiquitita que yo tenía, La Ventura. La tengo agonizante.
Habla con un nudo en la garganta. La experiencia, que la aterrizó de golpe en la mala fe, le marcó también una ruta profesional: "Yo no quise producir nunca más. Nunca más voy a producir. Yo ahora dirijo, pero no produzco nada. Fue moralmente muy fuerte para mí, porque fue como darme cuenta de que algo así podía pasar. Me quedé con la sensación de que yo no tenía el control de las cosas". Fue una de sus pérdidas, dice. Sentir que, a pesar de sus esfuerzos, todo control era una ilusión. Para ella, una lección de vida.
-Yo era súper confiada. Es fome tener que aprender a desconfiar y protegerte, y darte cuenta de que la cuestión puede salir mal. Yo tenía una idea de que podía hacer más producción, esto me hizo cuestionar un montón de cosas del cine, de pensar cuán involucrada he estado, en qué nivel quería yo hacer cine. Este último proyecto recupera mi idea más familiar del cine.
Pero el remolino financiero y emocional que le causó este episodio -que dejó a mucha gente sin sus ingresos y a la espera de una compensación a través del juicio en Roma- también dio vueltas su existencia en otro aspecto, mucho más decisivo:
-Yo siempre digo que uno es obcecadamente optimista. Que, a la larga, a todo lo malo se le puede sacar algo bueno. Y, ya con distancia, tengo esta idea: que a mí esto me dio vuelta de tal manera, que mi embarazo y todo mi cambio de vida tuvo que ver con esta debacle. Yo los conecto, porque era muy...
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