La Alianza del Pacífico le da un nuevo impulso a la política regional
El 23 de mayo en la ciudad colombiana de Cali los presidentes de cuatro países latinoamericanos -Chile, Colombia, México y Perú- firmarán un acuerdo que eliminará los aranceles sobre el 90% de su comercio de productos. Además, acordarán un itinerario de no más de siete años para eliminar los aranceles del 10% restante. Ya anularon la necesidad de visas para el desplazamiento de sus ciudadanos entre los países y proclamarán su aspiración de establecer un mercado común.
Se trata de la Alianza del Pacífico, "lo más interesante que está sucediendo en Latinoamérica hoy", de acuerdo a Felipe Larraín, ministro de Hacienda de Chile. Algunos que no son miembros lo ven así también. Costa Rica y Panamá quieren unirse; el Primer Ministro de Canadá Stephen Harper y su contraparte español Mariano Rajoy manifestaron que asistirán a la reunión de Cali como observadores.
Detrás de todo este entusiasmo existe la sensación de que la Alianza del Pacífico es un acuerdo de negocios realista, en vez de la habitual retórica vacía de las cumbres latinoamericanas. Entre los gobiernos de izquierda que rigen en gran parte de Sudamérica, se ha hablado mucho de una integración regional, pero es muy poco lo que se ve de esta. El comercio interregional constituye solo el 27% del comercio total en Sudamérica y Centro América, en comparación con el 63% en la Unión Europea y el 52% en Asia.
La Alianza del Pacífico aspira a cambiar esa situación. "Se basa en la afinidad, más bien que en la proximidad", dice José Antonio García Belaúnde, ex canciller peruano quien colaboró en la puesta en marcha del grupo. "Es integración con aquellos que son capaces de hacerla".
Los cuatro miembros fundadores tienen economías de libre mercado y principalmente de rápido crecimiento las cuales han adoptado la globalización, con una red de acuerdos comerciales regionales y vínculos comerciales en expansión con Asia. Su PIB en conjunto es de 2 billones de dólares; el 35% del total latinoamericano y no mucho menos que el de Brasil, el gigante de la región.
Los sectores privados en los países miembros han desempeñado un gran rol en el establecimiento de las prioridades de la Alianza. Las bolsas de comercio de Chile, Colombia y Perú crearon una bolsa regional única. Los negociadores están trabajando para igualar procedimientos fronterizos y estandarizar normas, como las que hay sobre etiquetado de productos. Están avanzando en las conversaciones para armonizar las reglas de origen -cuánto contenido local tienen que tener los bienes para estar libre de aranceles- en los acuerdos de comercio...
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