'Si alguien pensó mal, creyó que me echaban, se equivocó'
Aunque los cambios de altos ejecutivos son pan de cada día, el impacto de la salida de Polloni fue mayúsculo en el mercado. No solo había sido el hombre fuerte de Copeval por un cuarto de siglo, sino que, más que ninguna persona, contribuyó a definir las reglas del juego en la distribución de insumos agrícolas. Un rubro que hoy ronda los US$ 2.500 millones en ventas anuales.
Debido a los montos en disputa, la pelea es sin cuartel entre las tres principales cadenas, Copeval, Coagra y Martínez y Valdivieso. En el medio de esa batalla, los pequeños distribuidores han ido en retirada.
En 1990, Polloni tomó la gestión de una pequeña comercializadora afincada en San Fernando, Región de O'Higgins. Se llamaba Copeval y era una cooperativa de agricultores, creada para satisfacer sus necesidades de insumos a costo reducido. Bajo su mando abrió sucursales en todo el país, se transformó en sociedad anónima y creó nuevas áreas de negocios, desde la venta de maquinaria a la producción de alimento bovino, pasando por el almacenaje de granos. La empresa pasó de tener 80 trabajadores a cerca de 1.500 empleados en la actualidad.
¿Por qué un ejecutivo exitoso dejaría una compañía líder?
-Cuando me inicié en la Copeval, Patricio Crespo, actual presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, me dijo "te vas a enamorar de la empresa y vas a dejar de lado tus cosas personales". Tenía toda la razón. Descuidé el campo familiar, lo dejé en manos de mi hermano, me desafecté del campo (...) Pasé 25 años de mi vida dedicado 100% a la compañía. Diría que le entregué mis mejores años. Aporté y me dieron la posibilidad de crecer y me siento satisfecho de lo que he hecho, afirma Darío Polloni.
Asegura que siempre su meta fue trabajar un máximo de 25 años en Copeval. En mayo de 2015 le comunicó a Gonzalo Martino, el presidente del directorio, su intención de renunciar. La decisión se reforzó en septiembre, con el fallecimiento de su padre. Los hermanos dividieron la herencia y a él le tocaron dos campos, con 3.000 hectáreas en total. Allí tiene planificado plantar cerezos y arándanos para el mercado chino.
En la reunión del directorio del 27 de noviembre se aceptó la renuncia de Polloni. Eso sí, le pidieron seguir como asesor del directorio y del gerente general. Saldría del día a día, pero seguirá apoyando las decisiones estratégicas.
Polloni aprovecha de mandar un mensaje a quienes han tenido dobles lecturas sobre su salida.
-Si alguien pensó mal, creyó que me echaban, se equivocó. Aquí lo único que pasó es que quiero cambiar de rol dentro de la misma empresa.
Ad portas de retomar su...
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