Alemania se polariza ante nuevo movimiento en contra de la 'islamización' de Europa
Se trata de la undécima marcha del grupo "Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente" (Pegida), que cada semana reúne a más adeptos en sus protestas en la capital del estado de Sajonia, aunque sus intentos por organizar marchas similares el lunes en Berlín, Colonia o Stuttgart atrajeron a pocos cientos de partidarios, superados ampliamente por los "contramanifestantes".
"Tenemos que dejar muy claro que los que salen a la calle (con Pegida) son una pequeña minoría que hace mucho ruido", dijo el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, al diario Bild, que ayer publicó los llamados a la tolerancia de 50 famosos, incluidos miembros del gobierno de Angela Merkel, los ex cancilleres Helmut Schmidt y Gerhard Schröder, o el director administrativo de la selección alemana de fútbol, Oliver Bierhoff.
El polémico movimiento fue creado en octubre, en respuesta a lo que considera un peligroso aumento de la influencia del Islam sobre Europa occidental, en momentos en que el grupo terrorista Estado Islámico se propaga por Siria e Irak con el apoyo de yihadistas europeos.
Las protestas de Pegida complican a Merkel, quien en su mensaje de fin de año condenó las concentraciones islamófobas y aseguró que la inmigración beneficia a Alemania. "No sigan a quienes convocan estas manifestaciones, ya que a menudo sus corazones albergan prejuicios o incluso odio", dijo la Canciller.
Sin embargo, ayer fue criticada por sus aliados de la Unión Social Cristiana, tras su negativa a dialogar con los manifestantes antiislamistas. Por ahora, la única reunión prevista por los líderes de Pegida será hoy con los euroescépticos de Alternativa por Alemania (AfD), partido que intenta aproximarse a este movimiento mientras busca los votos a la derecha de la CDU.
"Con el éxito electoral que ha tenido el AfD en las últimas elecciones a nivel de los estados federales, existe la preocupación de que podría darse la figuración de una fuerza política que se nutre de muchos elementos de descontento en una combinación que podría resultar inmanejable", comenta a "El Mercurio" Günther Maihold, subdirector del Instituto Alemán para Política Internacional y Seguridad de Berlín.
El ministro del Interior, Thomas de Maizire, dijo que las protestas xenófobas en Dresde no deben ser sobrevaloradas y no son más que un "fenómeno regional".
Pero la rápida masificación de Pegida, que hace un mes reunía a 10.000 personas, ha logrado ponerlo en el centro del debate, y el lunes motivó...
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