El alemán que le impuso la amarga receta a Grecia - 18 de Julio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 578431366

El alemán que le impuso la amarga receta a Grecia

En su país y en el centro de Europa no existe persona, medianamente entendida en política y economía, que no conozca suficientemente la robusta biografía de este omnipresente escudero del partido de gobierno, la Unión Demócrata Cristiana (CDU).

El hoy poderoso ministro de Finanzas que ha hecho temblar a Grecia y a toda su casta política ya era un hombre fuerte y mano derecha del "gran cacique" en la era de 16 años de gobierno de Helmut Kohl, cuando se ocupó de dos carteras ministeriales, Asuntos Especiales y del Interior, además de la jefatura del Gabinete.

Por eso, al final de la década de los ochenta, las crónicas políticas ya daban por descontado, con acierto, que Schäuble era el "príncipe heredero" de Kohl y, por supuesto, destinatario de su enorme caudal electoral.

Aplausos y atentado

Pero, en 1990, mientras Schäuble ejercía el cargo de presidente del CDU y hacía carrera para llegar a ser Canciller, la desgracia se le atravesó de frente y le obligó a aprender a vivir con una incapacidad física irreversible.

El 12 de octubre de aquel año, tras una nutrida manifestación proselitista, el político fue víctima de un atentado con arma de fuego en la población de Opennau, en la región de la Selva Negra, hecho que fue perpetrado por un hombre enajenado que hace seis años salió en libertad.

Hans Peter Schütz, reportero político del semanario Stern, testigo presencial de esa jornada aciaga para Schäuble, escribió en su biografía sobre el personaje el recuerdo de la madre de los cuatro hijos de Schäuble, Ingeborg, según el cual, al salir del coma inducido y percatarse de que había quedado parapléjico de por vida, le dijo: "¿Por qué no me dejaron morir?"

Sobre su desgracia, Schäuble habló y sigue hablando sin tapujos, pero sin ocultar su amargura. "Mi mejor momento del día es en la noche, cuando se repite el sueño en el que puedo caminar. Lo hago, sin pausa, sin prisa, con profundo regocijo. Cuando despierto, me enfrento a la existencia de lo imposible", dice.

Schäuble tiene 72 años y, por tanto, ya debería estar jubilado, pero, según sus propias declaraciones, no piensa en hacerlo mientras "tenga energía y, sobre todo, materia gris en el cerebro para ayudar a pensar y repensar cómo mantener la solidez del euro".

Una tarea que se vislumbra como prolongada y que añadirá dígitos a su récord, ya logrado, de 42 años ininterrumpidos de trabajo legislativo, lo que a su vez lo posiciona como el congresista con mayor tiempo de servicio en el Parlamento...

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