Chile cierra sus alegatos en La Haya convencido de que la 'abrumadora evidencia' le dará la razón
Aunque los últimos 15 días en la Corte Internacional de Justicia de La Haya no han sido precisamente románticos, ya que dos bandos de abogados se han enfrentado con dureza en los alegatos, el litigante James Crawford escogió abrir la última jornada de ayer con un poema.
"La historia ocurre hacia delante. La historia ocurre día a día. Como se preguntó el poeta inglés Philip Larkin:
¿Dónde podemos vivir sino en los días?
Ah, resolver esa pregunta
Lleva al cura y al doctor
Con sus largos atuendos
A correr sobre los campos ".
Y continuó Crawford: "En este caso, por contraste, Perú ve la historia en reversa".
Lo que quería decir el profesor de Cambridge es que Perú ha intentado en este juicio evaluar un tratado de límite marítimo firmado en 1952 y 1954 con los ojos del presente. Eso es "anacrónico", sentenció. Porque, en efecto, el principio de la equidistancia invocada por Perú para delimitar fronteras marítimas sólo comenzó a plantearse, en círculos académicos, hacia 1969. Mientras, durante estos 60 años, Perú, que se queja de haber sido perjudicado, logró gracias a los acuerdos de 1952 y 1954 convertirse en la segunda potencia pesquera global.
Salvo el lírico inicio de Crawford, ayer no hubo más momentos apacibles en los alegatos. Chile entró a la cancha consciente de que disponía de poco tiempo, de que tenía mucho que decir y de que había 7 litigantes con ganas de tener un gran desempeño.
Así, en exposiciones breves y sucesivas, los abogados tocaron todos los temas contenidos en el caso (ver artículo aparte) y no dejaron ninguna aseveración peruana de los días previos sin responder. Fue un verdadero bombardeo de evidencias y argumentos jurídicos que cayeron uno tras otro durante cuatro horas.
La esencia del caso chileno es que los convenios de 1952 y 1954, tomados juntos e incluso separados, establecen la existencia de un acuerdo de delimitación marítima permanente y de amplio propósito para las zonas de mar de Perú y Chile. Si se leen juntos, explicó Crawford, explícitamente dicen que "el paralelo que constituye la frontera marítima entre los dos países" es "el paralelo que pasa por el punto donde la frontera terrestre de ambos países llega a la costa".
Y esto, dijo Crawford -usando un latinismo, como es su estilo-, quedó totalmente demostrado, una vez más, en el juicio: "Quod iterum erat demonstrandum". Luego, aludiendo a Arica e Iquique, añadió: "...la comunidad local se ha desarrollado en la confianza de los límites establecidos". Y...
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