El alcalde del 92,7 %
Aquí, donde estamos , antes era un sitio abandonado por un supermercado después del último terremoto. Antes era un barrio oscuro y peligroso. Antes asaltaban y antes nadie hubiera pasado por cuenta propia, a menos que estuviera obligado. Claudio Castro, alcalde reelecto de Renca, describe con entusiasmo lo que fue y lo que es este sector que ahora se ve limpio, colorido, iluminado y con vecinos que entran y salen. Aquí, donde estamos, hay una óptica comunal a un lado, una farmacia comunal al otro, y, al medio, un centro de innovación con estaciones de trabajo, impresoras 3D, fibra óptica y sillones de colores, inaugurado justo antes de la pandemia y que, por lo mismo, aún permanece sin uso, con todo nuevo, como recién salido de fábrica. Pero en opinión de Castro, es la imagen que quiere proyectar de Renca, una comuna estigmatizada y encerrada entre cuatro autopistas, que suele aparecer en la prensa cuando se asoma la tragedia o la pobreza, aunque, hay que decirlo, por estos días hay otro foco: la figura de Castro como un fenómeno electoral. Basta con ver la insólita votación que obtuvo hace una semana, 92,7% de los sufragios, una cifra nunca antes vista en la historia del país, lo que significa que votaron por él, incluso, sus opositores.Castro no solo no ha parado de recibir felicitaciones, sino que también le han llovido las bromas. Ni Saddam Hussein tuvo tanto apoyo, le dicen. El alcalde, relajado, de camisa, jeans y zapatillas, se sienta en uno de los sillones de colores y se ríe.-En la elección pasada, el alcalde más votado fue el de Llaillay, con 86%, y parecía que eso ya era tremendo. Aspirábamos a tener una mayoría contundente, mayor que el 65% que obtuve la primera vez, pero no estaba en los cálculos de nadie superar el 90%.Castro estuvo a punto de quedar fuera de la papeleta. Su candidatura como independiente a la reelección fue rechazada por el Servel, ya que aparecía afiliado a la DC, partido al cual renunció fuera del plazo legal fijado por la "ley antidíscolos". Castro apeló al Tricel, que también rechazó su candidatura, dejando como virtual alcalde a su único contendor, César Monsalve, del PRI. Solo una reforma legal aprobada a última hora por el Congreso permitió a Castro continuar con su candidatura.-Esos días, los candidatos a concejales y constituyentes me decían: "No podemos salir a hacer campaña, porque lo único que nos responden en los puerta a puerta es si Claudio no va como candidato, no vamos a ir a votar, ¿se arregló eso?, ¿no?, entonces no vengas". Y eso, en términos personales, emociona mucho.- ¿Diría que la situación que vivió lo ayudó a obtener una votación tan alta?-Mi impresión es que ayudó. No hubo nadie en Renca que no se enterara de lo que estaba pasando, con un sentimiento de injusticia bien profundo. Es innegable que allí hubo un efecto importante. ¿Cuál fue la magnitud de eso? No lo sé. Yo gané en la elección pasada siendo un candidato desafiante, en un escenario muy distinto. Esa vez obtuve 19 mil votos y ahora fueron 43 mil.-¿Como DC habría superado el 90%?-No, no habría tenido este resultado si me hubiera mantenido como militante de la Democracia Cristiana. No solo eso: haberme salido de la DC, por la izquierda, buscando articular una unidad en Renca que ojalá pueda proyectarse al país, fue una condición para haber tenido este logro.- ¿En algún momento dio por perdida su postulación?-Fue un proceso de muchos altos y bajos. El peor momento fue cuando habíamos perdido en ambas cámaras, y la última posibilidad era llegar a la mixta, que...
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