Alan Knight y la distinción entre la historia buena y la mala - 23 de Septiembre de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 399270402

Alan Knight y la distinción entre la historia buena y la mala

Al parecer, no fue un imán tan poderoso, pero algunos jóvenes de mente aguda se volcaron a su estudio. Uno de ellos fue Alan Knight, ahora profesor en Oxford y especialista en la historia mexicana. Autor de una "Historia de la Revolución Mexicana" y de una historia general de México (falta el último tomo), es reconocido también por sus artículos: una selección de ellos se publicó en Chile: "Revolución, democracia y populismo en América latina" (Centro de Estudios Bicentenario). Su ya famoso debate con Eric Van Young en razón de la crítica filosa al libro de éste "La otra rebelión" (FCE) sobre la guerra de independencia en México, abordando las rebeliones populares e indígenas, que incluían elementos religiosos y de identidad. El debate tocaba cuestiones de método y teoría, siendo, así, importante no sólo para la historiografía mexicana.

-¿Cuál es la situación de los estudios históricos latinoamericanos en Inglaterra hoy?

"La historia de América Latina jamás ha sido un tema de gran perfil en el Reino Unido (yo soy el único profesor de historia latinoamericana en la Universidad de Oxford, que tiene noventa historiadores). Sin embargo, hay una tradición historiográfica -pequeña, pero robusta- que ha incluido historiadores de renombre como Simon Collier (Chile) y David Brading (México y Perú); fue fortalecida en los años sesenta, gracias al apoyo del gobierno para los 'estudios latinoamericanos'; y, mientras que esa generación se ha jubilado, ha emergido una nueva generación de historiadores jóvenes, a veces en departamentos de 'estudios culturales' (la nueva onda)".

-¿Fue excentricidad suya dedicarse a México?

"Quizás; sin duda fue algo aleatorio. Habiendo terminado mi licenciatura en historia (casi sin tocar América Latina), quería seguir como investigador, pero no tenía ganas de estudiar la historia de Inglaterra -para mí, demasiado trabajada y 'cerca de casa'-; además, quería combinar la investigación con viajar y ampliar mis horizontes (limitados, en ese momento, a Europa). Por casualidad -y gracias a Fidel Castro- el gobierno británico de ese entonces ofrecía becas para estudiantes sobre América Latina (para fomentar la investigación en una región poco conocida en Inglaterra). Conseguí una beca, que acepté con mucho gusto, y poco pensar. Doy las gracias a Fidel. Pero si esta decisión inicial tuvo mucho de casualidad, opté por México después de un proceso más largo y ponderado, por considerarlo un campo extraordinariamente fértil de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR