El sueño de Las Alamedas
Ha tenido que cumplir su promesa desde entonces.
Este año la ocasión para celebrar es aún mayor. Juan Ignacio Silva y Manuel Oróstegui, ambos de 10 años y alumnos de quinto básico, sacaron el promedio más alto de todo el país en Lectura y Matemática en la categoría cuarto básico. No solo superaron a todos los colegios municipalizados, como el suyo, sino que a particulares subvencionados y particulares pagados.
Y, de paso, pusieron el nombre de esta pequeña escuela de 13 alumnos y dos profesores en el mapa del país.
Víctor Ruz se enteró de los resultados cuando lo llamó un periodista. Primero pensó que era una broma. No sabía la noticia. No tenía cómo saberla. El colegio no tiene conexión a internet; solo él, a través de su teléfono celular. Pero no siempre es muy buena, porque la escuela está perdida en medio de los cerros. Como en otras ocasiones en que necesita conectarse, se fue al patio y se subió en una silla para agarrar señal. Recién ahí supo que era cierto: 355 puntos en Lectura y 344 en Matemáticas, con un promedio de 349,5 puntos. Doce más que el colegio que estaba en segundo lugar.
"Lloré en silencio. Me esperaba buenos resultados, confiaba en ellos y me lo demostraron el año pasado, cuando dieron el Simce, y les pregunté cómo les había ido. 'Estaba fácil', me dijeron. Al principio me dio miedo, porque en la confianza está el peligro, pero me contaron que habían salido ejercicios que ya habíamos estudiado. Los niños se dieron cuenta de que les iba a ir bien si se creían el cuento, y lo demostraron".
Juan Ignacio dice que intuía el resultado. "La encontramos fácil, pero además practicamos mucho", asegura. Él es de La Ruda, un sector que queda a un par de kilómetros de la escuela. Se levanta a las siete de la mañana todos los días para tomar la micro y estar a las ocho en punto en la escuela. Cuando grande quiere ser mecánico. O trabajar con caballos. Su papá es temporero y tiene unos tíos que son corraleros. A él le encantan los caballos. Dice que, a veces, en el verano, trabaja en eso, paseando a los caballos. "Mi papá estaba súper orgulloso, me felicitaron mucho en la casa y me hicieron regalos", cuenta.
A Alejandro Oróstegui le gustaría ser futbolista, como Alexis Sánchez, dice. Y si tuviera que estudiar, lo haría, pero después se dedicaría al fútbol. También se levanta a las siete de la mañana y dice que gracias al tío Víctor le fue bien en el Simce. "A mí también me felicitaron harto. Yo no esperaba que fuéramos a ser los primeros", afirma con una sonrisa.
Una vez que se supieron los resultados, comenzaron los llamados de felicitaciones. Primero fue la alcaldesa de Chépica, Rebeca Cofré. Ruz lamenta que no hubiera llamados de más autoridades y ninguna del Ministerio de Educación. "Los niños escuchaban en la radio local cómo felicitaban a chicos de otros colegios, a los que también les había ido bien, y a ellos no. Estaban sentidos", afirma.
Después de todo, no es la primera vez que la escuela Las Alamedas obtiene buenos resultados en el Simce. El año pasado los niños de segundo básico se ubicaron en el primer lugar a nivel comunal y...
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